viernes, 11 de enero de 2013

Mírame a los ojos

Mírame a los ojos La corneta estalló varias veces, a escasos metros de la esquina. Juan casi dibuja un mapa en el parabrisas. Las palabras hervían en sus dientes. Tony soltó el blackberry por unos segundos y giró el cuello. El sueter del liceo subía hasta la caperuza en su frente. Dos volutas de vapor condensado flotaban frente a sus fosas nasales. ¿Por qué peleas tanto? ¿No ves que el señor necesita que le des paso? El Nissan amarillo pollito se escurrió en la cola. Juan suspiró profundo. A mitad de inspiración, titilaron asomos de sonrisa en la parte baja de sus mejillas. Un cuarto de hora atrás, hubo de carraspear hasta dolerle la traquea para que Tony le pasara la jarra de jugo de patilla. Al tercer carraspeo el joven sacudió el rostro de la pantalla del blackberry. Aún punzaba sus parietales aquella tarde de mediados de septiembre. Juan pasó como 10 minutos buscando el rostro de Tony. Sólo después que anocheció, algunos monosílabos traspasaron sus labios. Pasé toda la tarde llamándote y nada. ¡Has podido mandarme un mensaje! Primero estaba manejando. Cuando intenté llamarte se había acabado el saldo. Tony dio la espalda. Ahora se hizo tarde para ir al cine con la chica. Juan zambulló los brazos en aquellos días cuando había que esperar a llegar a casa para llamar por teléfono y las únicas distracciones cuando manejaba eran el radio, las mujeres hermosas y la brisa. Hace poco Juan debió ensayar saltos de acrobacia con zancadas de marchista olímpico. Por más que gritaba, Tony seguía caminando de medio lado. Justo a medio metro de chocar, estiró los dedos y templó los audífonos. ¡Caramba papá! Me cortaste la nota en la parte más intensa del reggaetón. Varias notas de Cuando un ciego llora estrujaron las orejas de Juan. Tanta tecnología y tanta indiferencia. Tanto progreso y tanto desdén. Tantos pasos y tan poca presencia. Ese tipo viene de tras canales más allá, todo el tiempo en diagonal, sin ver los otros carros, y todos tienen que darle paso además de imaginar que activó la luz de cruce. Tony ¿dime la última vez que viste a la cara a tu mamá o al profesor, incluso a tu chica? Alfonso L. Tusa C.