miércoles, 27 de febrero de 2019
D’Angelo Russell es Poesía en la Cancha. Dicho por un Poeta.
Kelly Whiteside. The New York Times. 16 de febrero de 2019.
El poeta y el piloto de baloncesto no se conocen. Pero ven los paralelismos en sus artes, el tira y encoge entre la creatividad y el pragmatismo, entre intrepidez y seguridad.
Antes de esta temporada, Mikko Harvey, un poeta ganador de premios por mucho tiempo enamorado del estilo de juego de D’Angelo Russell, se preguntaba si los Nets encontrarían un lugar para el nuevo piloto, cuyo juego imaginativo puede vacilar entre lo hermoso y lo estúpido.
¿Se lanza el pase sin mirar por su estética y belleza cuando un pase práctico sería lo indicado?
¿Se escribe poesía o se pintan retratos cuando otras carreras son escogencias más prudentes?
“Aupar a D’Angelo parece como un voto por el arte, un voto por la imaginación y un voto por lo absurdo”, dijo Harvey. Si ese es el caso, lo absurdo es ganar. A los 22 años de edad Russell jugará en su primer juego de estrellas de la NBA este domingo 17 de febrero.
Harvey empezó a seguir a Russell cuando estaban en Ohio State hace cinco años, Harvey como estudiante de último año, Russell como estudiante de primer año que jugaba con los Buckeyes. Harvey se enamoró del sentido artístico en el juego del piloto.
Observar a Russell es como ver a un patinetero en el aire, flotando a través de una serie de acrobacias y cabriolas, dijo Harvey. “Aguantas la respiración preguntándote si va a aterrizar o no”.
Cuando le contaron de esa analogía, Russell sonrió. “Puedo relacionarlo”, dijo él. “Se trata del riesgo versus la recompensa. Juego libremente, tomando ventaja en el límite de lo que permite la defensa, pero también tomo lo que quiero. Y eso va desde un disparo difícil que entra o un pase complicado que llega a su destino. Puede ser un contraataque o una pelota en el aire”.
“Hay un equilibrio. Pienso que mi éxito esta temporada viene de hallar ese equilibrio. Pero para los entrenadores, eso puede ser desesperante, contraatacar tantas veces o tratar de hacer un pase largo o lanzar al aro tantas veces”.
Hasta ahora, el riesgo ha dado resultados. Russell se ha convertido en líder de un equipo que ha excedido las expectativas. Con marca de 30-29, los Nets han sobrepasado el total de victorias de la temporada pasada con menos de un tercio de temporada regular por jugar.
En su cuarta temporada en la liga, Russell ha tenido éxito al mantenerse fiel a su artista interno mientras opera en el sistema de los Nets. En 58 juegos, ha promediado topes vitalicios en puntos (20.3), asistencias (6.6), porcentaje de cestas de campo (43.6), porcentaje de cestas triples (37.2) y porcentaje de tiros libres (82.4).
“Es un gen creativo lo que tiene”, dijo Kenny Atkinson, entrenador de los Nets. “Los artistas veces te vuelven loco porque quieren seguir dando más, y tiene que haber una disciplina. A veces se pone muy creativo. Su mayor fortaleza puede ser una debilidad, pero su creatividad y nuestra estructura se han convertido en un buen matrimonio. Mientras más lo he conocido, más lo he dejado ser agresivo. Claro, a veces me molesto, pero voy en camino a darle más libertad al muchacho”.
Aunque las jugadas artísticas de Russell han superado a las tontas, esta temporada, hay oportunidades cuando Atkinson quiere arrancarse el cabello a manotazos. En octubre, contra Nueva Orleans, con los Nets adelante por un punto y 7.5 segundos por jugar, Russell miró a su izquierda, sabiendo que Caris LeVert estaba a su derecha. Su pase a ciegas fue lejos del alcance de LeVert y perdieron la pelota, los Pelicans ganaron.
“No dejé de mirar solo por no mirar”, dijo Russell, agregando que falló al calcular la velocidad del pase. “Pero debí haber mirado”.
Más recientemente, contra Boston, con los Nets abajo por 7, Atkinson sentó a Russell por los 8 minutos y 42 segundos finales, aunque el piloto había marcado 25 puntos en 24 minutos. Luego que Russell fallara dos intentos de rebote y perdiera la pelota dos veces, Atkinson lo sacó en lo que llamó un “momento de enseñanza”.
Despues de la derrota, Russell aceptó su responsabilidad sin quejarse, señal de su crecimiento desde su llegada a los Nets.
Las destrezas de liderazgo de Russell están muy lejos ahora de la inmadurez que le afectó en su temporada de novato con los Lakers de Los Angeles, quienes lo seleccionaron como segunda opción en el draft de 2015. Ese año hizo una grabación secreta de su compañero de equipo Nick Young admitiendo haber engañado a su prometida para ese momento, la rapera Iggy Azalea. El video se hizo público, Young y Azalea terminaron, y a continuación hubo una disfunción en los camerinos del equipo. Luego de dos temporadas, los Lakers cambiaron a Russell a los Nets.
“D’Angelo es un jugador excelente”, le dijo Magic Johnson, presidente de los Lakers, a los reporteros en 2017 después de presentar a Lorenzo Ball, el sustituto de Russell. “Tiene talento para ser estrella. Queremos agradecerle por lo que hizo por nosotros. Pero lo que yo necesitaba era un líder. Necesitaba alguien que pudiera hacer mejores a los otros jugadores y también que ellos quisieran jugar con él”.
Russell se ha convertido precisamente en lo que Johnson deseaba: una estrella, un líder y alguien quien hace mejores a los que le rodean.
“Hace que el juego sea divertido porque lo hace más fácil”, dijo el alero Joe Harris. “Es un jugador cerebral. Si alguien desentona, él piensa como transmitirle el ritmo”.
En un viaje reciente, mientras el resto del equipo dormitaba en el avión, Atkinson palmeó a Russell en el hombro y le dijo que había sido llamado al juego de estrellas, Russell sería reserva, reemplazaría al lesionado Victor Oladipo. Russell contuvo las lágrimas.
“Al revisar la temporada, pienso que nadie, incluido yo, pensó que sería convocado al juego de estrellas”, dijo Russell. “Me siento como que lo que me ha ocurrido en la liga, me ha enseñado que cuando te enfocas y te sumerges en tu arte, de pronto empiezan a ocurrir cosas buenas”.
Y con lo bueno, viene algo más: presión.
Como la mayoría de los fanáticos de los Nets, Harvey, el poeta, está emocionado con el éxito del equipo pero también lleno de ansiedad. ¿Qué tal si mientras se acercan a uno de los puestos de postemporada, se abre una puerta inesperada y caen hasta el sótano? ¿O que tal si Russell tiene una recaída?
“Aún cuando las cosas están saliendo bien, estoy preparado por si todo se derrumba”, dijo Harvey, de 26 años de edad, quien previamente vivió en Brooklyn, donde enseñó escritura creativa y trabajó como editor en la revista Poets & Writers.
El fanatismo del poeta abandonó los confines de su imaginación el año pasado cuando en una entrevista con un blog literario canadiense, le pidieron que describiese su obsesión secreta de internet. Confesó: “Veo sus juegos, leo comentarios sobre él en el sitio web de fanáticos NetsDaily, sigo su Instagram, etc. Ocasionalmente aparece en mis sueños”.
Si encontrar un balance entre el juego intrépido y el sobrio es lo que Russell ha aprendido esta temporada, Harvey por supuesto ve un paralelismo con la poesía.
“No es fácil mezclar este tipo de energía impredecible en un sistema establecido”, dijo Harvey. “Aún así ese es uno de los hermosos retos de hacer arte: encontrar formas de innovar en la estructura. Un poema puede ser naturalmente inventivo siguiendo un esquema de rima del siglo 18. La creatividad de él brilla cuando tiene un buen sistema para retirarse o para reaccionar en contra, su imaginación se ha hecho mucho más coherente”.
Harvey se basa en un ensayo, “The Figure a Poem Makes” (“La Figura que Hace un Poema”) de Robert Frost, para describir el proceso creativo. “Hace falta el trabajo duro para convertirse en un gran artista, pero también se requiere algo misterioso e intuitivo”.
Como un pedazo de hielo en una plancha caliente, el poema debe cabalgar en su propia fusión”, escribió Frost. “Un poema puede ser pulido una vez que exista, pero no puede haber preocupación por su existencia. Su cualidad más preciosa reside en avanzar por si mismo y arrastrar consigo al poeta. Se puede leer cientos de veces: Siempre mantendrá su frescura como un pétalo mantiene su fragancia. No puede perder el sentido del significado que una vez se desenvolvió por sorpresa al aparecer”.
Cuando esas palabras fueron leídas a Russell, sus ojos se desorbitaron. “Asistí a la Robert Frost Middle School”, dijo Russell, quien es de Louisville, Ky. “Eso es fascinante. Me gusta la forma como hizo eso”.
“Tan lejos como llegue el proceso mental, cuando se agregan palabras a un poema, se tiene que pensar en cuantas interpretaciones le puede dar el lector. Como dijo Robert Frost, nunca pierde vigencia, se puede leer centenares de veces y mantiene su frescura. Eso se puede trasladar al baloncesto. La mente puede llevar tu juego a muchos niveles diferentes”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C. 24-02-2019.
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