A medida que se acercaba noviembre crecía la expectativa por la pelea por el título mundial de los pesos mosca. Desde el penúltimo salón del primer pasillo de la escuela José Luis Ramos, varias veces me encontré hablando sólo. “Será que Betulio acompañará a Vicente Paul Rondón, Alfredo Marcano y Antonio Gómez para que Venezuela tenga cuatro campeonatos mundiales”. Juan, Leo y Santiago se reían cada vez que me sorprendían en aquella meditación.
Betulio González se iba a enfrentar con el filipino Erbito Salabarría por la corona de los mosca del Consejo Mundial de Boxeo. Desde principios de mes anunciaban la pelea por Radio Caracas Televisión. “Sábado 20 de noviembre de 1971. Betulio González buscará la cuarta diadema universal para Venezuela en 1971”.
A medida que se acercaba la pelea, en cada recreo sacaba las páginas deportivas de El Universal y El Nacional. Una vez la pelota de baloncesto cayó en las raíces del flamboyant del medio del patio. Juan estiró el cuello. “No creo que Betulio tenga chance de ganar. En abril perdió con el japonés Ohba”. Le respondí que en esa ocasión le habían robado la pelea a Betulio. “Hasta los mismo japoneses pitaron a los árbitros y al campeón”. Juan agarró la pelota y le dio un puntapié mientras se quejaba de que Betulio era pura corredera y no se paraba a cambiar golpes. En el periódico decían que después de la pelea con Ohba, Betulio había derrotado al californiano Tony Moreno por decisión en 10 asaltos, al dominicano Natalio Jiménez por decisión en 10 asaltos y al filipino San Sacristán por decisión en 12 asaltos en la eliminatoria para pelear por el título de Salabarría.
La noche siguiente registré los cerros de la revista Sport Gráfico que mis hermanos guardaban bajo la cama. Entre las hojas amarillentas encontré una especie de biografía de Betulio. “Sus sueños de boxeador empezaron a los 14 años cuando vio la película “Pepe, el Toro”, donde el famoso actor Pedro Infante interpretaba a un aguerrido boxeador. En 1965 inició su carrera en el amateur. Allí representó a su estado en varias competencias importante. Nunca tuvo oportunidad de integrar la selección nacional debido a que tenía por delante a un gigante llamado Francisco “Morochito” Rodríguez, Félix Márquez, Luis “Lumumba” Estaba y Armando “Mono” Mendoza.
Saltó al profesional en 1968 bajo la tutela de Ángel Atilio Leal. Debutó el 24 de abril de aquel año y venció por nocaut técnico en tres asaltos a Elio Monzant.
Hilvanó una seguidilla de diez victorias hasta que el primero de agosto de 1969 entabló con el argentino José Brizuelas en Caracas. El 19 de septiembre de ese año, en Maracaibo, Betulio venció por decisión en 10 rounds a Brizuelas y quedó listo para disputar el campeonato nacional mosca ante Héctor Criollo.
El 10 de octubre noqueó a Criollo en 7 asaltos, en Caracas. Entonces el cumanés Félix Márquez retó a González. Betulio realizó tres peleas que ganó por la vía de la anestesia. El 06 de marzo de 1970 se efectuó el esperado combate ante Márquez, aunque sin la corona en juego. Con esta pelea renació una añeja rivalidad entre caraqueños y zulianos, aunque Márquez venía del estado Sucre, fue adoptado como local. Los capitalinos se quejaban de que Betulio era un estilista que arriesgaba poco y algo cómico en el ensogado, al tiempo que Márquez se había ganado los afectos de la afición por la agresividad mostrada en cada combate.
El 20 de noviembre me senté en los muebles de ratán del comedor. Felipe ajustó la nitidez de la imagen y Miguel Thoddé empezó a describir los movimientos de González y Salavarría. Los asaltos avanzaban y los púgiles se mantenían amagando sin concretar. Thoddé se preguntaba si la pelea había comenzado o estaban en una sesión de sombras.
Las páginas de Sport Gráfico regresaron a mi campo visual. Carlos González escribió una reseña que resaltaba la espectacularidad del combate donde Félix Márquez fue muy superior a Betulio, quién había derrochado coraje, pero había quedado claro que no era el mejor. Márquez arrebató el invicto a Betulio, más este continuaba siendo el campeón nacional. Betulio volvió al ring el 17 de abril de 1970 y derrotó por decisión al colombiano Nestor Jiménez en una pelea insípida. Luego fue derrotado, vía tarjetas, por el dominicano Ignacio Espinal el 08 de mayo.
La pelea avanzaba entre los adjetivos de Miguel Thodde y las quejas de Felipe. “En esa pelea no pasa nada”.
La revancha ante Márquez se realizó en 15 de junio de 1970. Betulio llegaba con marca de 16 victorias, dos reveses y un empate. Márquez mostraba récord de 10 triunfos y un empate. Era el favorito de los entendidos y el público que otra vez llenó el Nuevo Circo. Esta vez Betulio cambió el planteamiento de la pelea al seguir las ordenes de Juan Medina, su nuevo entrenador, debía sacar partido de su mejor boxeo y evitar pararse a intercambiar golpes con Márquez. Siguió las instrucciones y pese a casi perder por nocaut en el séptimo round, completó la pelea y se adjudicó la victoria por decisión dividida.
El 03 de agosto también se desquitó de Ignacio Espinal al vencerlo por nocaut en el décimo round en Maracaibo.
A partir del duodécimo asalto Felipe adelantó su asiento hasta casi meter la cara en la pantalla del televisor. Guillermo Vílchez comentaba que ocurría algo extraño en la esquina de Salavarría. “Algo se traen entre manos el entrenador y los “seconds”. Se meten mucho las manos en los bolsillo y a cada momento se hablan en los oídos”.
El 18 de septiembre Betulio venció por decisión en 10 asaltos al argentino Ubaldo Duarte quién había noqueado a Félix Márquez en Puerto Cabello. Desde ese momento el público de la capital empezó a tomarlo en serio. Se afianzaba en el noveno lugar del ranking de la AMB. Luego subió al segundo lugar al noquear en sucesión a los mexicanos José García y Rodolfo López. La AMB ordenó una pelea eliminatoria entre el venezolano y el filipino Bernabé Villacampo, segundo aspirante del monarca Masao Ohba.
La pelea fue a 12 asaltos y se realizó el 21 de diciembre en Caracas. El panorama se presentaba cuesta arriba para Betulio. El asiático tenía una foja de 35 victorias y 3 reveses. Había ostentado la corona mundial. Betulio hizo alarde de velocidad y logró superar por amplio margen a su adversario. La pelea ante Ohba se aproximaba a pasos agigantados. González noqueó al mexicano Lucio del Río el 20 de febrero de 1971 y todo quedó listo para disputarle el cetro mundial a Ohba el 01 de abril.
Al sonar el campanazo final, Felipe bostezó y se retiró al fondo del comedor. Los jueces decretaron tablas. Se formó un maremagno alrededor del ring hasta que el presidente de la Comisión de Boxeo del Zulia, Ramón Barrios subió al ensogado y declaró nuevo campeón mundial a Betulio, alegando que Salavarría había utilizado sustancias prohibidas. Luego el Presidente del Consejo Mundial de Boxeo ordenó congelar el título hasta que el comité ejecutivo de la entidad se reuniera y decidiera en base a los resultados de los examenes practicados al contenido del frasquito. El test arrojó que el asiático había consumido anfetaminas, sustancia ilegal. A finales de diciembre de 1971 el CMB reiteró a Betulio González como nuevo campeón mundial del peso mosca con la condición de brindarle la revancha a Salavarría en un lapso de tres meses.
Alfonso L. Tusa C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario