Aquel 01 de mayo de 1971 fue sábado y todo el mediodía y parte de la tarde Papá nos llamó para apoyar a Rafael “El Plástico”, con el propósito de que ubicara el poste de la antena del televisor en el lugar de mejor recepción. Teníamos la esperanza de que se viera el canal 8 (VTV) y el cuatro (Venevisión), además del 2 (RCTV). Lo único que vimos fue un montón de rayas y al momento de sintonizar el 2, Amador Bendayán, en su programa “Sábado Espectacular” anunciaba que Cañonero II había ganado en tremenda carrera el Kentucky Derby “contra todos los pronósticos”.
El repiqueteo de los comentarios emocionados se extendió por toda la tarde cual reguero de pólvora en combustión. En la televisión, en la radio, en la casa, en la calle, todos hablaban del caballo que se inscribió a última hora, y a cuyo dueño, Pedro Baptista se había tildado de soñador e iluso. Llegó a Churchill Downs luego de un largo viaje que lo dejó en condiciones desventajosas. Entre los caballos más aptos para adjudicarse la Carrera de las Rosas estaban Executioner, ganador del Flamingo Stakes. Jim French (Ángel Cordero Jr.) el campeón del Derby de Santa Rita. Unconcious (Laffit Pincay Jr.) ganador del Handicap de San Felipe y el Derby de California. Además de tres productos de Calumet Farm: Impetuosity, el ganador del Blue Grass Stakes; Bold and Able (Jorge Velásquez), y Eastern Fleet (Eddie Maple) el campeón del Derby de Florida.
Al poco rato Rafael logró una imagen nítida del canal cuatro y vimos la partida y los comentarios informando que Cañonero esta botado por el puesto 18. Por más que nos acercábamos a la pantalla la imagen parpadeaba y se iba. El audio se mantenía por momentos y era una traducción muy lenta del inglés que borboteaba en el fondo.
Cañonero provenía de Pretendre, un ganador del Derby Inglés en Epsom Downs, y de Dixieland II. Los tres fueron adquiridos por el agente venezolano Luis Navas en Keeneland por 1.200 $, este a su vez los vendió al hombre de negocios venezolano Pedro Baptista en 4.500 $. Cañonero agregó el II porque ya había otro purasangre en Estados Unidos con ese nombre. Baptista contactó a Juan Arias para que entrenara a Cañonero II. Arias rápidamente se cansó de las debilidades físicas del caballo. La pierna delantera derecha arqueada que causaba un movimiento como de cangrejo, un casco partido y dificultades estomacales.
El caballo ganó en su debut en el norte y fue inscrito en el American Del Mar Futurity del otoño de 1970 con la esperanza de venderlo. Al no tener representantes que hablaran inglés fue difícil hacer negocios y Cañonero II regresó a su tierra. De vuelta en Venezuela, Cañonero II corrió distancias más largas con un nuevo jinete, Gustavo Ávila, venció a caballos más viejos y empezó a llamar la atención del público local.
Los sábados luego de almorzar cuando me iba a jugar pelota de goma con Juan de Dios, Alberi, Santiago y Leo escuchaba las carreras de caballos que se colaban desde una zapatería ubicada en la esquina colindante con el parque adyacente a la escuela José Luis Ramos. Varias veces la pelota llegaba hasta las paredes de la zapatería y en
una ocasión escuché la voz del narrador hípico: "...cuando faltan doscientos metros para la raya Cañonero II es el que más corre pegado a la baranda..." Alberi gritaba desde el parque que llevara la pelota. Mientras corría bajo los jabillos se oía la algarabía del narrador: "....y ganó Cañoneroooooo..." Dos palmadas de papá en el hombro me sacaron de los jabillos. “Epa hijo ¿estabas lejísimo? Anda a comprar un rollo de teipe. Rafael lo necesita…”.
Cañonero II empezó su campaña de dosañero el 08 de agosto de 1970, consiguiendo su primera victoria por seis cuerpos y medio sobre Comenvé, con la monta de J.E Contreras. En las pistas americanas corre el 05 de septiembre en un Allowance, llega tercero a cuerpo y medio de King Cross, el jinete es Ignacio Jesús Ferrer y la semana siguiente corre el Del Mar Futurity, prueba en la que arribaría 5° a menos de ocho cuerpos de June Darling, el jinete tambien fue Ferrer, luego de sortear una serie de tropiezos.
De regreso a Venezuela, ganó en distancias largas sus tres primeras carreras, quedando en último lugar en el Clásico Gobernador del Distrito Federal, obtuvo 3 triunfos más en esa temporada para quedar con seis triunfos en diez salidas, con tres terceros.
Baptista sorprendió a todo el mundo al solicitar inscribir a Cañonero II en el Kentucky Derby de Churchill Downs, debió pasar por una pesadilla porque tuvo que poner al día toda la documentación del caballo. Los expertos tanto en Venezuela como en Estados Unidos lo tildaron de chiflado. Faltando una semana para la carrera aceptaron la solicitud. El Daily Racing Form registró como información no disponible las últimas tres carreras de Cañonero II. Tenía las apuestas 500-1.
El viaje de Cañonero II a Estados Unidos fue largo y cansón, el caballo llegó al Hipódromo de Churchill Downs bajo de peso y deshidratado, no parecía un pura sangre que iba a participar en el Derby.
Tres días antes de la carrera, llegó a Churchill Downs el afamado jinete venezolano Gustavo Ávila, mejor conocido como “El Monstruo”. Ávila ya había ganado con Cañonero en La Rinconada, no sabía nada de las condiciones actuales del potro pero fue contagiado casi de inmediato por la confianza de Arias y del peón de Cañonero, Juan Quintero.
Arias, en una movida que nadie supo sino 2 años después de la hazaña, sacó a ejercitar en la madrugada a Cañonero con una silla y el mismo Ávila y lo hizo maravillosamente al dejar 35” exactos para 600 metros, ejercicio éste que lo dejaría listo para la gran carrera.
Aquel Derby dio la partida con 20 ejemplares. Cañonero II largó en el puesto 16. Bold and Able, Knight Counter, Jr's Arrowhead, y Barbizon Streak salieron adelante y marcaron 23 segundos exactos para el primer cuarto de carrera.
Luego de bajar al puesto 18, Cañonero II se movió hacia fuera donde Ávila decidió jugarse su oportunidad de hacer correr al caballo. Bold and Able y Eastern Fleet luchaban por el primer lugar mientras Unconscious y Jim French se alistaban para atacar.
Corrí durísimo hacia la bodega. De vuelta debí frenar en la punta de mis zapatos sobre la orilla de la acera, una camioneta anaranjada llenó de caucho quemado unos treinta metros de la calle La Florida. Aún con el vaho de azufre y dióxido de carbono en el aire y el rollo de teipe bailando en mis manos, apreté el paso y llegué a la casa con ganas de saber más detalles de la carrera.
Al entrar a la recta final Cañonero II remató y pasó por fuera cuando faltaban varios centenares de metros. Entonces era cuando parecía un tren expreso, sacó más de tres cuerpos de ventaja y dejó perplejos a propios y extraños, un completo desconocido se llevaba la primera joya de la triple corona estadounidense.
Cuando llegué, otra vez las rayas habían invadido la pantalla del televisor. Solo se escuchaba la narración en inglés de la carrera “Cañoñero II wins the 1971 Kentucky Derby…”.
En 2009 Gustavo Ávila fue homenajeado con el premio Gallop to Glory que fue creado para hacerle un reconocimiento a todos los jinetes ganadores del Kentucky Derby.
Alfonso L. Tusa C.
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