lunes, 11 de noviembre de 2013

Bill Russell asumió el papel de consejero

The Republican. 11-11-2013. Marty Martínez y David Shapiro Este otoño ha mostrado más evidencias de porque Boston es una ciudad deportiva, no solo por el éxito de sus equipos en el campo, sino por el papel que sus atletas juegan en el fortalecimiento de la comunidad. El 01 de noviembre, la ciudad de Boston rindió tributo a una leyenda deportiva que personifica ese espíritu dentro y fuera del terreno de juego. Bill Russell fue un compañero sin igual y un atleta que lideró a los Celtics de Boston y a la ciudad para alcanzar 11 pancartas de campeonatos. Al develar una estatua en honor a Russell, se celebra grandes logros en el tabloncillo, desde liderar la NBA en minutos jugados (40726) y rebotes (21721), a recibir cinco premios de jugador más valioso, inducción al Salón de la Fama del Baloncesto Naismith Memorial, una medalla de oro como capitán del equipo de Estados Unidos y dos campeonatos colegiales en la Universidad de San Francisco. Pero también celebramos su compromiso con los derechos civiles y con la disposición a ser consejero de la juventud del país. La increíble habilidad atlética y la destreza de liderazgo de Russell, le proporcionaron una plataforma para darle voz al tema de los derechos humanos, para abogar por la igualdad, llegó a marchar con el Dr. Martin Luther King Jr., y para crear un legado que le asegurará a los jovenes de la ciudad y el país tener las oportunidades por las que él luchó. Fueron esos logros que llevaron a Russell a recibir la Medalla Presidencial de la Libertad, el honor civil más alto del país, de parte del Presidente Obama, quién dijo, "Espero que un día, en las calles de Boston, los niños vean en la estatua no solo al Bill Russell basketbolista, sino tambien a Bill Russell el hombre". Allí fue que el proyecto del legado de Bill Russell fue conceptualizado. Fiel a sus décadas de activismo social, Russell era resistente a la idea de una estatua y sólo se persuadió cuando el proyecto trascendió a algo más, a un legado viviente. Con el apoyo y liderazgo del alcalde Thomas Menino, los Celtics de Boston, la familia de Russell y apoyo filantrópico, el proyecto se hizo realidad como catalizador de cambio social. La esencia de este legado viviente es el programa Bill Russell Mentoring Grant. El programa, administrado por el Massachusetts Mentoring Partnership, ha distribuído $ 100.000 para desarrollar programas que relacionan adultos dispuestos con jovenes mediante actividades de aportar consejos y enseñanzas. Russell también jugó un papel catalítico en la creación del Red Sox Mentoring Challenge, con el cual Massachusetts Mentoring ha reclutado miles de consejeros para los jovenes. Russell ha promovido el apoyo a la juventud para asegurar que los jóvenes tengan un adulto quién se preocupe por ellos, les de ofertas de guía, apoyo y ánimo para cultivar el desarrollo sano y positivo. Los consejeros les proveen con la confianza, recursos y continuidad de una relación constructiva para ayudar a desarrollar el potencial de los jóvenes. Como Russell ha dicho con intensidad, "No hay nada como los niños de los otros". Esta oración proviene de su reflexión de los momentos y las personas que ayudan a uno a mejorar mucho antes que los alcance la luz pública. El corazón de este proyecto reside en las raíces de Russell como fundador de MENTOR: The National Mentoring Partnership, donde ha sido voluntario aportando su tiempo y talento por más de 20 años. De hecho, en 1999, cuando la camiseta de Russell fue re-retirada en el nuevo Boston Garden, él se aseguró de que el acto fuese también apropiado para recaudar fondos para la organización. La razón es simple: él cree en el potencial de la juventud del país y en el poder de las tutorías para desarrollar ese potencial. Cuando era niño, luego de quedar fuera en la selección de su equipo, fue el entrenador quién pagó los $2 del costo de la membrecía que Russell necesitaba para ingresar al Boys & Girls Club y así poder practicar más. Russell terminó en el equipo principal y le da crédito a la confianza que el entrenador tuvo en él para que se diera cuenta que tenía el potencial para triunfar. Ese equipo, por cierto, llegó a ganar tres campeonatos estadales con Russell. Imaginen que hubiese sido de los Celtics si no hubiese existido aquel consejero en la vida del niño Bill Russell. Una estatua resistirá la prueba del tiempo al capturar a Bill Russell como el campeón, compañero y hombre de deportes, también servirá como un legado viviente de su activismo y como un recuerdo del poder de usar la plataforma propia para abogar por la igualdad, la tutoría y las oportunidades para todos, especialmente de la juventud. Marty Martínez es presidente y CEO de Massachusetts Mentoring Partnership; David Shapiro es presidente y CEO de MENTOR: The National Mentoring Partnership- Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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