martes, 27 de enero de 2015
Al Pacino. Entrevista Febrero 1991.
Al Pacino
Julian Schnabel. The New York Times. Febrero 1991.
Al Pacino es uno de los grandes actores de Estados Unidos. Sus actuaciones en Tarde de perros, Caracortada y la saga de El Padrino, han hecho de él una institución norteamericana. Él ha transmitido una emocionalidad tan profunda a los personajes que ha interpretado, hasta el punto de sorprenderme de que pueda mantenerse de pie al final del día. Él ha inspirado a una generación de jóvenes actores. É les Tony Montana. Él es Michael Corleone. Esta entrevista no es sobre El Padrino III, sino de un hombre que es parte integral de la conciencia familiar de este país.
La primera vez que compartí con Al Pacino fue hace cuatro años. Diane Keaton sabía que quería conocerlo. Ella conocía mi representación de Tony Montana. Recuerdo sus palabras, en mi casa antes de ir a cenar, “Lo que sea que hagas, no se te ocurra hacer tu rutina de Tony Montana”. Estábamos en un restaurant italiano de Tenth Street, y el tintineo de los vasos, platos, meseros, y la gente me llevó a la escena de Scarface donde un disgustado Tony Montana da su opinión de los comensales de un restaurant. Antes de que me diera cuenta, la palabras salieron: “bien Manny, eez theez ¿de que se trata esto? ¿Eez theez para lo que trabajé tan duro? ¿esto es todo? ¿de esto es de lo que se trata?” A lo cual, Al dijo, con una sonrisa en su rostro, “¿Y que dijo él entonces?”
Al Pacino: ¿Ese café está lo suficientemente fresco?
Julian Schnabel: ¿Este es mío? No importa si está fresco o no.
AP: Pon algo del café de la otra taza ahí.
JS: Eso me recuerda a El Padrino, cuando Clemenza te muestra como hace su salsa de spaghetti y dice: “Echas las albóndigas, echas las salchichas, una pizca de azúcar, ese es mi truco”.
AP: Un poco de azúcar es el estilo siciliano.
JS. ¿De donde eres originalmente?
AP: Nací en Manhattan. Fui criado en East Harlem mis primeros años, entonces nos mudamos a South Bronx.
JS: ¿Qué hacía tu papa?
AP: Mi papa estaba en la armada. Segunda guerra mundial. Hizo su educación universitaria en la armada. Después de la segunda guerra mundial se convirtió en agente de seguros. No conocí a mi papá muy bien. Él y mi madre se separaron despues de la Guerra. Fui criado por mis abuelos maternos y mi madre. Es divertido hablar de esto. Tú no sabías nada de esto.
JS: Lo único que sé es lo que he visto en la pantalla
AP: Pero hay una diferencia.
JS: Por supuesto. Eso es lo que tratamos de encontrar aquí. ¿Que hace a Al actuar? ¿Por qué haces esto?
AP: Es necesario hacerlo. Porque estoy aquí, y porque empecé a hacer esto, se debe a las cosas que yo veía cuando tenía una edad en la cual era impresionable. Me impresionaba el teatro experimental del Living Theatre a comienzos de los ’60, y por el Open Theatre, y me impresionaba el primer Circle en los días de plaza. Este tipo de cosas eran motivadores, como lo fuera la era del café-theater, cuando ibas a cualquier café de la villa, y por el precio de un capuccino y un pedazo de torta podías ver piezas maravillosas interpretadas por actores que pasaban el sombrero alrededor para conseguir lo que pudieran reunir para su comida de ese día. Me hice parte de esos grupos que viajaban. Hice teatro para niños y ese tipo de cosas por lo que fuese que pudiéramos conseguir.
JS: Hice un par de dibujos en la playa de Sheepshead Bay una vez que no tenía dinero y quería comprarme un sandwich. Había tres niñas sentadas en la playa. Les dije, “Oigan, pintaré sus retratos. Cada una me pagará 25 centavos, las tres en el mismo dibujo.” A dos de las niñas les gustó el dibujo y me pagaron pero a la tercera no le gustó como había quedado, no me quiso pagar. Vendí la pieza por cincuenta centavos.
AP: La diferencia entre el actor y el pinto res que el actor le comprará a alguien un sandwich para que lo vean actuar. “Mira, escucha. Te compraré un pan si me dejas representar este monólogo. “ (Sonrisas).
JS: ¿Qué tal un café y un pan? Mi papa se burló de mí por vender un dibujo por cincuenta centavos para comprar un sandwich.
AP: Tienes que comer. Cuando yo era más joven, iba a las audiciones para tener la oportunidad de audicionar, lo que significaba otra oportunidad de pararme ahí y mostrar mi repertorio, o enseñar lo que había aprendido y ver como resultaba ante una audiencia, porque ¿Dónde vas a conseguir una audiencia? Algunas veces la única manera de conseguir una audiencia es en una audición. Yo nunca esperaba quedarme con el papel, por supuesto. Pienso que los actores no deben esperar nunca conseguir el papel, porque el disgusto es muy grande. Hay que pensar en estas cosas como una oportunidad. Una audición es una oportunidad de tener una audiencia.
JS: Ahora que has conseguido unas pocas partes, estoy seguro que audicionar es menos satisfactorio. Audicionar es solo un mordisco del sándwich.
AP: A medida que envejeces, audicionar se convierte en una tarea dificil y dura, pero en aquellos tiempos hacía muchas en una semana. Necesitamos participar, necesitamos la obra de teatro, necesitamos la película. Es duro decir cual ensayo logrará su objetivo. La única manera como lo puedes saber es hacer muchos intentos. Vas a encontrar algo que sientes lo puedes interpretar. Y otros ensayos no van a funcionar, en jerga de películas, eso es un desastre. Pero algunas veces la única forma en que los actores se dan cuenta de esto es al intentar la interpretación. Algunas veces no se puede saber solo con leer el papel.
JS: Si, tienes que cometer errores. Pero hablemos de la magia cuando todo funciona. Como cuando interpretaste a Tony Montana en Scarface. Cuando deseabas salir ahí y llegar lejos, involucrarte con el personaje, ¿eso no destroza a un actor?.
AP: Pues si. Cuando interpretas un papel como ese necesitas tener balance en tu vida. Fui afortunado, porque me había enamorado. Tenía donde refugiarme. Eso me salvó la vida, literalmente. No sé que me hubiese pasado si no me hubiera enamorado en ese momento. ¿Fue una coincidencia? No lo sé. Tal vez, tal vez no. Tal vez, pensé, fue un buen momento para enamorarme ¿sabes?
JS: (Sin querer ser indiscreto, cambié el tema). Hablando de coincidencia y amor, cambiemos un poco de canal, ¿Qué hay del odio y la violencia y el hecho de que no es coincidencia que hayan salido tantas películas de pandilleros en esta temporada: GoodFellas, State of Grace, King of New York, Miller’s Crossing, y, obviamente, El Padrino III?
AP: Pienso que siempre ha habido películas de pandilleros. Bertolt Brecht se inspiraba mucho con las primera películas de pandilleros. El Scarface original era una película de pandilleros de los años ’30. Por eso fue que la hice, había visto esa película.
JS: Pero espera un minuto. Hay un nivel de violencia en estas películas de estos días que me asusta hasta los tuétanos. Hay una línea en El Padrino II que me gustaría citar: “Si la historia nos ha enseñado algo, es que puede matar a cualquiera”. Esa visión de la vida es lo que marca nuestra atmósfera. Hacia el final de King of New York todos mueren de forma violenta. Lo que quiero decir es, ¿Por qué todos están tan fascinados con los pandilleros?”
AP: ¿Por qué me lo preguntas a mí? (Sonrisas)
JS. Tu eres el Michael Corleone de El Padrino ¿no? Eres el Tony Montana de Scarface.
AP: Hay algo de fábula respecto a Tony Montana. Él es como Ícaro volando cerca del sol, y cada vez se acerca más y más, y sabe que tan pronto como se acerque lo suficiente esas alas empezarán a quemarse, él se precipitará. Eso es lo que me atrajo de ese personaje. La idea de cómo coquetea con el sol. Cuando la gente no se maravilló con el mundo de los pandilleros, ese bajo mundo, ese mundo ilícito? Siempre es fascinante ver como y porqué la gente se va por el lado equivocado. La idea de alguien que coquetea con la gran D. Eso fascina a la gente. Me fascinó hacerlo. Lo que se está convirtiendo más y más fascinante es la gente atraída por la ley. Eso se está convirtiendo en algo infrecuente, y tal vez por lo tanto se hará una tendencia. Tal vez empezarán a hacer películas de personas que realmente obedecen la ley.
JS: ¿Y como empezaste a querer estar en las películas?
AP: Eso empezó cuando era muy pequeño. Muy pequeño. Me dejaban salir muy poco. Me mantenían en la casa. Y mientras estaba ahí me encontré repitiendo los papeles de las películas que veía con mi madre. Algunas veces ella me llevaba al cine cuando venía de trabajar. Esa era nuestra cita. Yo era una especie de experto en películas de los años ’40. El día siguiente, estar solo en la casa con mi abuela, parecía inacabable, interpretar solo. Pronto empecé a interpretar las partes de la película que veía la noche anterior. Así es como empezó todo. Yo también tenía dos tías sordas, con quienes pasé casi una año a una edad muy tierna. Hay fue donde empecé a desarrollar algo de mi repertorio, para comunicarme, sabes? Estas son las semillas, pero no fue hasta que crecí más que entendí que actuar era algo que de verdad quería hacer.
JS: ¿Eso es porque te permite vivir otras vidas?
AP: Debes ser capaz de salir de lo que sea que trate esto, de lo que trate este sueño en el que se está envuelto, e ir a otro sueño. Cuando estás leyendo algunos de los mejores guiones, cuando haces lo que llamo “estar en la misma página con un escritor”, algo ocurre. Si yo fuera músico, planificaría para estar involucrado con Mozart en los próximos seis meses, por lo tanto interpretaría mucho a Mozart. Igual pasa con los escritores, sean los de ahora o los del pasado, que están conectados a cualquier cosa. Te encariñas con eso. Cuando yo era joven me enamoré de lo que pasaba, con ese tipo de mundo. Una vez que me enamoré de eso, eso fue todo. Ya no importaba si hacía dinero con eso o tenía alguna posición en eso. Me hubiera gustado haber permanecido un poco más enamorado de es0.
JS: ¿Un poco? Querrás decir mucho.
AP: Si, no sé. Por eso me gusta regresar a las cosas que hacía originalmente.
JS: ¿Hablas del teatro?
AP: Bien, me gusta el teatro, porque el teatro es donde empecé. Ahora estoy en un punto donde entiendo las películas de la manera como entiendo al teatro. Es una relación uno a uno para mí. Este tenía mucho que ver con hacer mi propia perspectiva y estar en contacto con la película de esa forma, siendo capaz de entenderla y tocarla, y reconocer las variantes que hay en una película, los diferentes trabajos, la gente que hace los escenarios, los fotógrafos, los que trabajan con el sonido. El teatro para mí, en un momento tambien fue un estilo de vida. Un reconocido actor cinematográfico una vez me preguntó porque no puede regresar atrás, y le dije, “Posiblemente debido al estilo de vida que es muy diferente. No te levantas a las seis o las siete en la mañana. A esas horas te vas a acostar”. Siempre he estado en el teatro. Siempre he ido allí. Esa ha sido mi manera de surgir. A principios de mi carrera, recuerdo correr, volar hacia el teatro como una manera de aprovechar todas las oportunidades que se me presentaban. A esa edad todo era muy desconocido, “extraño e innatural”, como dice Hamlet. Refugiarse en el teatro tiene su lado oscuro, pero también fue una sabia elección. De alguna manera allí encontraba solaz. Cuando estoy confundido, voy al teatro. Lo que sea que termine haciendo tiene un extra. El hecho es que estoy en ese espacio, en esa realidad particular, interactuando con ese tipo de cosas, la obra, el director, los otros actores, la utilería. Literalmente, la tarima es realmente como un magneto. Me hace poner los pies sobre la tierra (aplauso para enfatizar).
JS: Y para tus comienzos.
AP: Hay una gran línea de Orphans (Huérfanos): “Muchacho, necesitas coraje”. El otro día estaba pensando en algo en lo que nunca había pensado. Me di cuenta que mi madre me dio coraje. Cuando todo llega a ese punto, fue mi madre quien dijo: “¡Me gusta lo que hiciste! ¡Eso que hiciste el otro día, me gusta eso!”
JS: No sabía nada de tu pasado. Tal vez no leo lo suficiente, pero sospecho que es porque tu eres un tipo muy, muy privado. Eres tímido respecto a los lugares públicos.
AP: Interpretar un personaje es una ilusión, siento que cuando tu sabes mucho sobre una persona posiblemente parte de esa ilusión se disuelve. No se que tanto esté en lo cierto, francamente. Pero eso es algo que siempre he guardado. Algunas veces, adoptamos hábitos, y no sabemos como, pero estamos en un hábito. Esto es lo que también tratas de hacer en la actuación. Cuando actúas en una escena, digamos, en el teatro, haces algo y sabes que está bien. Eres lo suficientemente sortario para tener un momento. Entonces tratas de repetirlo la próxima noche. Entonces muy pronto todo lo que haces luego de muchas, muchas noches es repetir el momento, y eso está mal. Te has olvidado de la fuente, como llegaste ahí, que hizo posible ese momento. Tal vez caí en el hábito de no salirme porque funcionó para mí antes. Disfruto la compañía de las personas. Algunas veces me separó de ellos por mi trabajo. Me voy a trabajar, y eso puede tardar mucho tiempo, especialmente en las películas, cuando se pierde el contacto por siete u ocho meses. Cuando regresas el ritmo ha cambiado, las personas ya no están juntas, y cosas como esa. Te enteras que una pareja con la cual solías salir ahora está divorciada. La otra noche pensé ¿Ya no hay más goteras? ¿Dónde va la gente? Tienes una ciudad como esta, tan cosmopolita como Nueva York, donde sabes que hay un mundo y un submundo que marcha paralelo al que ves afuera. Cuando se llevaron los autoservicios y las cafetería de Nueva York, me sentí extrañado. Porque esos lugares eran parte de mi vida. Me quedaba en las cafeterías y tenías este tipo de “confabulaciones nocturnas”.
JS: Vagando de noche en Nueva York, no solo teniendo confabulaciones, ¿sino confrontaciones? Pero no eres una persona robusta.
AP: ¿En tamaño?
JS: Si, en tamaño.
AP: Pero si un blanco menos fácil.
JS: En Scarface confrontaste a varios grandulones en el baño de un club nocturno, y ellos se quitaron de tu ruta porque era maniático. Y en muchas películas, como Serpico, Sea of Love, y otras, eres mostrado como un tipo duro. Mírate. Estás tan templado, tienes toda esa intensidad que se transmite al tamaño. Tu sabes, cuando miras a un tipo como Brando, él tampoco es alto.
AP: Pero él es ancho. Él es como tú. Hombros grandes, él fue jugador de futbol americano.
JS: Si llenas la pantalla, me parece que no importa si lo haces vertical u horizontalmente. Brando es grande, muy grande.
AP: Si. Brando es un gigante en cada nivel. Cuando él actúa es como si llegara desde otro planeta. Un planeta donde producen grandes actores. La percepción completa de actuar en este país, yo pienso que mucho de ella fue influenciada por él.
JS: Para un actor joven, la posibilidad de actuar como su hijo en El Padrino debe haber parecido irreal. ¿No es esa una parte que habría dejado en el limbo a cada actor joven? Pero tu compenetración con El Padrino ha sido más que el privilegio de trabajar con este gran hombre. Tu papel se ha convertido en un mito. Ahora con El Padrino III, eres el único hijo sobreviviente. Que interpretación de una vida terminó siendo esta oportunidad de trabajo. Por veinte años has estado desarrollando y viviendo con el personaje Michael Corleone.
AP: Si. La verdad es que el tipo es mucho más viejo cuando lo vemos en esta película, y yo también. La saga fue un viaje largo y complicado para Francis Coppola y Mario Puzo. Ellos lo hicieron juntos. Y para mí crearon un personaje que es creible en el sentido de que él parece una continuación de Michael, solo que es diferente en una manera que parece orgánica. Fue todo muy interesante pensar sobre que pasó en los años intermedios, para especular que le pudo haber ocurrido a un personaje como este. Ellos no perdieron la continuidad. Él es diferente, pero diferente en el sentido de lo que habría hecho una persona como él para sobrevivir el tipo de circunstancias que le ocurrieron. Y no me refiero a que alguien lo fuese a ultimar. Solo vivir con lo que él es.
JS: Hecho.
AP: Me explico, esta es una persona que tenía otro destino, por lo menos eso pensó el que hizo, que tenía otra forma de seguir, quien tenía un deseo de hacer algo más y fue sacado de su curso y puesto en otra vía. El momento cuando tomó la decisión de ir en esa dirección ha sido la cosa con la que ha lidiado toda su vida. Habla de ser responsable por tus acciones. Ese es uno de los temas de esta tercera película. Es lo que resulta interesante de observar para cualquiera.
JS: ¿Piensas que él todavía es un personaje solidario en la Parte III? En la primera parte él tuvo la alianza con su padre. Se hizo fuerte para mantener unida la familia. Fue un buen hijo, y salvó la vida a su padre. Hizo lo que tenía que hacer cuando sacó de circulación a Sollozzo, el enemigo de su padre. Y luego, cuando estaban sentados juntos, el dijo, “Llegaremos hasta allá papá”, y había ese increíble sentido de justificación por lo que él hacía. Pero desde esos primeros días, cuando las circunstancias lo forzaron a unirse a “la familia” en el transcurso de El Padrino y El Padrino II, él se ha convertido en lo que temía: la espada. Él ha matado hasta su propio hermano. ¿Piensas que la audiencia aun lo apoya?
AP: Había una controversia en ese momento. Solo supe de ella después. La pregunta era, si Michael mata a su propio hermano, ¿la audiencia siempre lo va a aceptar? Y no sabemos si ellos lo aceptan.
JS: ¿Por qué mataste a Fredo?
AP: Pienso que hay razones para que Michael lo hiciera. Si regreso y pienso en eso ahora, estas tienen algo que ver con mantener cierta sanidad, porque si le permitían vivir a Fredo, eso hubiese desacreditado todo lo que había ocurrido antes. Eso es insanidad. Pienso que ahí es donde Francis está hablando de una clase de síndrome de poder y el sueño. El sueño americano, y mantenerse en él, porque es una estructura. Tiene reglas definidas. Si violas las reglas, entonces todo colapsa.
JS: Es grandioso cuando su hermana viene a él y le dice: “Quiero reservar un pasaje para ver a la reina”. Y él dice, “¿Por qué me lo dices a mí? ¿Por qué no vas a una agencia de viajes?”
AP: Este es alguien que tuvo que ponerse gríngolas para seguir moviéndose. Pienso que la Parte III podría ser sobre arrojar más luz y ver lo que ocurre. Pero él todavía es un tipo muy tramposo, una clase de enigma para mí.
JS: Correcto. Iba a decírselo a él.
AP: Enigma es la palabra que se me quedó en la mente cuando leí el libro por primera vez, hace veintitantos años. Pensé, esto es difícil de interpretar, porque ¿quién es este tipo? ¿Y como llegar a eso? Esa era la dificultad para mi cuando era más joven. De alguna manera, a través de los años pienso que podría entenderlo un poco más.
JS: He visto El Padrino II cincuenta veces, probablemente. Veo El Padrino II como alguien que escucha la radio. (Pacino sonríe) No puedo olvidar ese momento cuando le preguntas a Hyman Roth (Lee Strasberg), “¿Quién mató a Frankie Pentangeli?” Y Roth contesta, “Los hermanos Rosato”. Entonces de nuevo dices, “¿Quién dio la orden? Sé que yo no lo hice”. Y Roth cuenta la historia: “Había un muchacho que yo conocía. Hicimos nuestro primer trabajo juntos…Y tanto como a cualquiera, lo estimaba. Él tenía un sueño de una parada en la ruta hacia la costa. El pueblo que inventó fue Las Vegas. Su nombre era Moe Green. Este era un gran hombre. Un hombre de agallas, y visión, y no había ni una placa para él en ese pueblo. Alguien metió una bala en su ojo. Yo sabía que Moe estaba hablando alto y diciendo cosas estúpidas. Cuando el terminó muerto lo dejé así. Me dije, este es el negocio que hemos escogido. No pregunté quien dio la orden, porque eso no tenía nada que ver con el negocio”. Ese intercambio entre ustedes dos es lo que hace a la gente ir a las películas. ¿No conocías a Strasberg desde que empezaste a actuar? La perfección de ser capaz de compartir ese trabajo con él luego de todos esos años, debes haberte sentido muy afortunado. Él no solo fue un gran actor sino un maestro que enseñaba más que actuar.
AP: Una noche fui a la “Noche de las Cien estrellas” con Lee Strasberg. Estaban todas esas personas desde Orson Welles para arriba. Recuerdo a Lee voltearse hacia mi y decir, “Sabes cariño, miro alrededor y ¿sabes lo que veo? Sobrevivientes”.
JS: Él habla de caracter ¿no?
AP: De personas que han resistido y han salido adelante, quienes todavía tienen ese espíritu vivo. Cuando ves eso, hay algo motivacional en el ambiente.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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