martes, 9 de mayo de 2017
Una historia brillante e incendiaria de Juana de Arco para una Tierra destrozada.
Jeff VanderMeer. The New York Times. 25-04-2007.
THE BOOK OF JOAN
Lidia Yuknavitch
266 pp. Harper/HarperCollins Publishers.
La ficción pos-apocalíptica muy a menudo deja un rictus en los labios ante los serios problemas como el cambio climático mientras permite al lector irse ileso, aislado en un escapismo irónico y convencido de que el desastre inminente es remoto. No ocurre así con la brillante e incendiaria nueva novela de Lidia Yuknavitch, la cual habla al lector en términos crudos y honestamente rudos. “The Book of Joan” tiene la misma calidad de los trabajos previos de Josephine Saxton, Doris Lessing, Frank Herbert, Ursula K. Le Guin y J.G. Ballard. Aun así también es radicalmente nueva, llena de invenciones maniáticas y la ansiedad de pasar a la página siguiente.
La novela empieza en 2049, luego enfoca hacia un pasado que es nuestro futuro. La Tierra ha sido devastada por el recalentamiento global, una crisis exacerbada por la guerra incesante por la escasez de recursos. Girando alrededor del planeta está CIEL, una colonia “flotante hecha por el hombre” conformada por “remanentes rediseñados de viejas estaciones espaciales” y regida por el “líder del imperio de lenguaje hostil” Jean de Men. (Su nombre evoca por igual a hombres y demonios). Entre otros logros dudosos, de Men se vanagloria del triunfo, luego de una batalla en las arenas alquitranadas de Alberta, sobre la rebelde niña hereje Joan.
CIEL transporta los últimos remanentes de la humanidad, intenta destruir La Tierra sifoneando cualquier cosa de valor mediante “cordones umbilicales tecnológicos invisibles” llamados Skylines. Pero hay disidentes a bordo. Uno es Trinculo Forsythe, quien creó CIEL pero ha vivido años de prisión y tortura y ahora está cerca de ser ejecutado por cargos de invención. Otra es la socia de Trinculo y narradora del libro, Christine Pizan, quien a sus 49 años de edad está punto de estar fuera de edad elegible, una “amenaza para los recursos de un sistema cerrado y finito”. En protesta contra de Men y todo lo que él representa, Pizan está determinada a mantener viva la historia de heroísmo de Joan quemándola en su piel. Este es el “Book of Joan” que estamos leyendo. “Alguna vez, ella tuvo una voz”, proclama Pizan. “Ahora su voz está en mi cuerpo”.
“Quemar es un arte”, explica Pizan, conectando el arte y la protesta, aunque no sin costo: “Quemarse la epidermis da un olor como de carbón quemado”. Su dolor físico simboliza la agonía y pérdida causadas por la devastación ecológica, sentidas a diario en nuestro tiempo por quienes sufren los efectos más extremos del desplazamiento y la escasez, del capitalismo desbordado. “¿Por qué al leer esto no sientes ese dolor?” es la pregunta implícita una y otra vez, por “The Book of Joan”.
La sublime prosa de las secciones iniciales de la novela introduce los desolados futurísticos detalles del mundo de Pizan: “Mi cabeza es blanca y parafinada. Sin cejas ni pestañas ni labios rellenos, solo con huesos pronunciados en las mejillas, hombros y clavículas y puntos de datos, las partes de nuestros cuerpos donde interactuamos con la tecnología…Mi piel es…siberiana. Fría y punzante”.
Si la narración, en manos de Pizan, es una forma de resistencia, en las de de Men se ha convertido en una forma de control. Habiendo ganado fama primero como gurú de auto-ayuda, ahora utiliza la propaganda y la mitología, lo cual Yuknavitch llama “injertos narrativos”, para convertir la información en arma. Como los tiranos de nuestra era, él es terrorífico y bufonesco. Y si él hace recordar el mundo de la pre-iluminación, también lo hacen los personajes heroícos de la novela, cuyos nombres invocan a Juana de Arco y a la Christine medieval feminista de Pizan. (Es menos claro porque el socio de Pizan es llamado Trinculo. ¿Tal vez a sus padres les gustaba “The Tempest”?)
La manera como se desarrolla, la historia de Joan, incluyendo el comienzo de su vida y su descubrimiento de “otras técnicas mundiales de combate” como el levantamiento temporal de los muertos, es absorbente. Esas secciones están escritas en una prosa simple que contrasta con la retórica intensa de la narración de Pizan. La clave de la perspectiva espiritual de Joan es la ciencia, con su vocabulario especializado: “Xenotransplantation…A veces Joan gira sola alrededor en un círculo diciendo la hermosa palabra en voz alta para sí, con las manos adheridas a su corazón, los ojos cerrados, como si estuviera rezando”. Leemos tales pasajes con la certeza de conocimiento de que el destino de Joan será vivir en un planeta agonizante.
“The Book of Joan” presta mucha atención a la flora y la fauna sobreviviente de La Tierra, enfocándose en particular en las madrigueras subterráneas que proveen refugio de la catástrofe ecológica. Es un mundo que la autora pone de manifiesto mientras Joan se esconde en cuevas con anguilas en la parte baja y “murciélagos de orejas de conejo volando en la parte alta”.Aquí Yuknavitch dibuja con destreza el trabajo de los filósofos del cambio climático, como Timothy Morton, sobre la idea de la vida en “Earth magnitude”, una escala más allá de lo humano.
Los animales tienen un impacto directo en la rebelión de Joan y su sentido del ego. “Ellos hicieron sus vidas, escogieron su orden mundial”, nos dicen de los guácharos, una de las pocas aves que usan la orientación ecológica para navegar. “Seguramente es un proceso evolutivo, pero para Joan, es más un acto de imaginación perfecta. Ellos le recordaban a ella su niñez guerrera. Criaturas como las salamandras ciegas, las salamandras ciegas con receptores eléctricos “hundidos profundo en sus epidermis”, emergen como una herramienta potente para la resistencia contra de Men. Otros organismos “de sangre fría”, “decenas de miles de arañas, gusanos, salamandras y más, también han sido desplegados para combatir los Skylines que amenazan con privar al planeta de sustento.
Los eventos de La Tierra y CIEL, en el libro de Joan y en el libro de Pizan, convergerán eventualmente en un sentido catártico de tragedia y esperanza. Joan debe enfrentar verdades sobrecogedoras, mientras de Men se revela como alguien más repugnante de lo que parecía ser inicialmente. En escenas reminiscentes de “Dune Messiah” de Frank Herbert, Joan debe lidiar con su destino como “engendrina”, ubicada ente lo humano y lo inanimado.
El héroe de Herbert, como emperador de Dune, era una figura endiosada con habilidades sobrenaturales quien personificaba una inmensa capacidad para destruir y la oportunidad de renovación, si solo podía sobreponerse a las tentaciones de sus poderes. Aunque de Men, de alguna manera ejemplifica el mismo problema, Joan también debe confrontar las implicaciones de sus poderes, un recordatorio de lo que nuestros ecosistemas pueden sufrir por los actos de aquellos con buenas intenciones. Pero mientras Herbert escribía, especialmente los últimos libros de Dune, estaba marcado por una abstracción sin atmósfera, la prosa de Yuknavitch es apasionada y lírica, muy incrustada en el momento. Al fusionar los grandes temas y los detalles viscerales de la vida diaria, ella ofrece un correctivo revisionista que muestra la influencia de escritores como Clarice Lispector y Angela Carter, Yuknavitch escribe acerca del cuerpo con intimidad fluida.
Desde sus primeras novelas experimentales hasta su memoria de 2011, “The Chronology of Water”, y su novela previa, “The Small Backs of Children”, publicada en 2015 y ambientada parcialmente en la Europa oriental destrozada por la guerra, Yuknavitch ha exhibido un raro don para escribir que deja poco que dudar en cuanto a su autenticidad, significación y relevancia. Al agregar elementos especulativos a “The Book of Joan”, ella alcanza nuevas alturas con consideraciones más grandes: la muerte o la vida de nuestro planeta.
Decir la verdad con precisión, pasión y ojo visionario, usando el realismo y la fábula, es una manera de atravesar el ruido blanco de la cultura consumista que trata de neutralizar la ficción pos apocalíptica. Pero en el trabajo de Yuknavitch no hay una cauterización rápida de la herida, nada que nos permita comprometernos con el escapismo. El resultado es una reflexiva conclusión, llena de ideas provocativas. No hay nada en “The Book of Joan” que no sea un gran regalo para los lectores de Yuknavitch, si estos están listos para recibirlo.
La nueva novela de Jeff VanderMeer, “Borne”, se publicó recientemente.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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