martes, 14 de abril de 2015

Recordando a Steve McQueen.

Roger Ebert 08-11-1980. Steve McQueen está muerto a los 50 años. El actor, uno de un puñado de superestrellas indisputadas de Hollywood, falleció la mañana del viernes luego de practicarse una intervención quirúrgica en una clínica de Juarez, México. Aunque Mr. McQueen hubo estado fajado con el cáncer por meses en un suceso altamente publicitado, la causa oficial de su muerte fue un ataque al corazón después de la operación. EL Dr. Cesar Santos, quien removió un tumor de 2.5 kg del abdomen de Mr. McQueen, dijo que el actor “estaba muy adolorido” antes de la operación y “la posibilidad de que sobreviviera la operación era extremadamente pobre”. Los siguientes eventos llevaron a la muerte de Mr. McQueen: Luego que los doctores diagnosticaran su enfermedad hace más de un año como mesothelioma, una forma rara de cáncer de pulmón considerada incurable, él se registró en una clínica de Tijuana, México en agosto para someterse a un tratamiento poco ortodoxo que incluía el uso de la droga laetrile, inyecciones intramusculares de células animales, dieta orgánica, megavitaminas, ayunos, masajes. La clínica reportó que el cáncer de Mr. McQueen era “retratable” y el actor envió un mensaje pidiendo a sus seguidores “mantener los dedos cruzados”. La semana pasada, Mr. McQueen se retiró de la clínica y regresó a su rancho de Santa paula, Calif., para lo que fue descrito como una vacación. Un vocero de la clínica dijo que la vacación reflejaba una mejoría en su condición, y Warren Cowan, el publicista de Mr. McQueen, dijo que cuando vio por última vez al actor hace tres semanas, “Él estaba muy positivo. Estaba animado. Hablaba de sus planes para navidad”. Cowan, sin embargo, dijo, que Mr. McQueen estaba muy consciente de su condición y preparado, si era necesario, para morir”. El jueves, Mr. McQueen y su esposa de 10 meses, Barbara Minty, regresaron a Mexico para la cirugía previamente planificada en la clínica en Juarez. El Dr. Santos dijo, “McQueen y su esposa vinieron y pidieron la operación debido al dolor. Él estaba que estar sedado constantemente por el dolor. “La posibilidad de que sobreviviera la operación era extremadamente pobre. Tenía cáncer en todo el diafragma, y cáncer en el pulmón derecho que amenazaba invadir el izquierdo”. Santos dijo que la operación había reducido pero no eliminado el dolor y agregó que Mr. McQueen podría haber vivido dos o tres meses más sin la operación. La esposa de Santos, Rosa María, administradora de la clínica de ladrillos, de un piso, de 20 camas, Santa Rosa, dijo, “Después de la operación, él estaba mejorando, hasta habló. Parecía estar bien”. “Pero de pronto”, dijo ella, “él tuvo un ataque al corazón y murió” alrededor de la 1 a.m., tiempo de Chicago, viernes. Una vocera de la clínica Juarez dijo que la esposa del actor había reclamado el cadáver y regresó a California. No se hicieron planes de funeral. Mr. McQueen empezó a sospechar de su condición en el verano de 1979, mientras grababa escenas de su última película “The Hunter” (1980), en Chicago. Se sentía inusualmente cansado y carecía de fuerza, luego de regresar a Los Angeles, se sometió a una serie de pruebas. Fue entonces que los doctores diagnosticaron mesothelioma, una forma fatal de cáncer de pulmón algunas veces asociada a la inhalación de asbesto, un carcinógeno. Los amigos de Mr. McQueen inmediatamente culparon a las máscaras faciales de asbesto y trajes protectores que él usaba a menudo mientras practicaba sus deportes favoritos, motociclismo y automovilismo. Mr. McQueen mantuvo en secreto su condición por varios meses, solo la reveló semanas después de haberse registrado en la clínica de México. “Espero que las páginas e escándalos baratos y los buscadores de curiosidades no tratarán de rastrearme, para así continuar mi tratamiento”, dijo él. Explicó que había negado reportes tempranos de su enfermedad porque “Yo quería mantener mi sentido de dignidad, porque estaba seguro de que iba a morir”. Cuando los doctores de Los Angeles le dijeron que su cáncer se había esparcido por toda la parte superior de su cuerpo y probablemente era terminal, él regresó a la clínica Tijuana de William D. Kelley, un antíguo ortodoncista de Texas quién fue prohibido en la década de 1970 por una corte de Texas por practicar la medicina sin licencia. Kelley es un abogado del tratamiento inortodoxo del cáncer enfocado en fortalecer la salud de una víctima de cáncer para estimular al organismo de sanar por si mismo. La muerte de Steve McQueen llegó luego de una reciente caída en su carrera de éxitos cinematográficos, la cual lo clasificó por varios años entre las tres o cuatro estrellas de cine en el mundo. En esta categoría, sólo Clint Eastwood, Robert Redford, Paul Newman y Burt Reynolds eran sus pares. Después de “The Towering Inferno” (“Infierno en la torre”) en 1974, sólo hizo otras tres películas, aunque eso incluía una que produjo y protagonizó en un proyecto muy ambicioso, una versión de 1976 de la obra de teatro de Henrik Ibsen “An Enemy of the People”) (“Un enemigo de la gente”), que fue engavetada por cuatro años antes de ser vendida a la tv por cable. Sus últimas dos películas, “Tom Horn” (1979) y “The Hunter” tuvieron poco éxito con la crítica y la taquilla. Aunque ganó una beca para el prestigioso Actors’ Studio, Mr. McQueen dijom una vez: “No soy un gran actor, enfrentémoslo. No tengo un gran alcance. Hay ciertas cosas que puedo hacer, pero cuando soy malo, doy pena. Hay algo en mis ojos de perro que hace a la gente pensar que soy bueno. No soy tan bueno”. Aún así, en el papel correcto, no había nadie como él, y para Mr. McQueen el papel correcto a menudo significaba un hombre de acción involucrado en persecuciones excitantes de carros, motocicletas o caballos. Sus películas más conocidas y exitosas son probablemente “The Great Escape” (“El gran escape”) 1962, en la cual se ganó la admiración de los actores substitutos (dobles) al ejecutar sus peligrosas escenas peligrosas en motocicleta; “Bullit”, 1968, la cual llegó a su climax con Mr. McQueen al volante en una clásica persecución de carros en las colinas de San Francisco, y “The Getaway”, 1972, una película de Sam Peckinpah donde Mr. McQueen personifica a un convicto fugitivo y ladrón de bancos. Hizo 27 películas por todo, comenzando por una pequeña parte en “Somebody up There Likes Me”, 1956, e incluyendo un inauspicioso debut en “The Blob”, 1968, enfrentando a un invasor del espacio. Primero se convirtió en estrella de televisión con la serie (1958-1961) de CBS “Wanted: Dead or Alive” (Se busca: Vivo o Muerto”) y fue una de las pocas estrellas de TV de principios de los ’60 (Eastwood era la otra) que fue capaz de dar exitosamente el paso hacia la gran pantalla. Mr. McQueen fue casi un recluso en su vida privada. Raramente daba entrevistas, evitaba las fiestas, usaba blue jeans cada vez que era posible y decía que le gustaban las carreras de motocicletas porque se perdía en la excitación y se sentía igual que los otros competidores. Se casó tres veces. Su primera esposa fue Neile Adams, actriz y bailarina quien fue la madre de sus dos hijos. En 1971, se divorció y se casó con la actriz Ali MacGraw, su coprotagonista en “The Getaway”. En enero de 1980, se casó con Minty, una modelo de 25 años. Su tercera esposa y sus dos hijos, Chad de 21 años, y Teri de 20, estaban a su lado cuando murió. MacGraw lo visitó durante su estadía en la clínica de México. Mr. McQueen nación en Indianapolis en 1930. Su padre abandonó a su madre poco después, y ella se mudó a California. Mr. McQueen tuvo una juventud tormentosa, durante su adolescencia pasaba tiempo en Boys Republic, un reformatorio de california para niños problemáticos, y, como muchos actores, compiló un variado registro de empleos, su lista de trabajos incluía, marino mercante, trabajador petrolero, animador de carnaval, leñador, mensajero de un burdel, y una pasada por la marina, antes de ser actor. Se mudó a Nueva York en 1952, trabajó en un bar, hizo teatro aficionado y recibió 40 $ por su primer trabajo profesional, de una línea en yiddish. Luego de ganar una beca para el Actors’ Studio, trabajó en pequeños papeles de televisión. Su agitado pasado todavía estaba fresco en su memoria en 1963 cuando Mr. McQueen escribió: “Cuando hice ‘The Great Escape’, estuve pensando, si hicieran una película de mi vida, la llamarían así, el gran escape”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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