jueves, 15 de septiembre de 2016
En “Sully”, Nueva York es la gran estrella de Clint Eastwood,
Michael Wilson. The New York Times. 07-09-2016.
El milagro ocurre alrededor de la mitad de “Sully”, y tiene tanto suspenso como su prueba original. Todos sabemos lo que ocurrió en la vida real, y porqué es llamado el Milagro del Hudson. Pero eso no hace que se tenga menos nervios en la gran pantalla.
Un jet con Chesley B. Sullenberger III (Tom Hanks) y su copiloto (Aaron Eckhart) en los controles ha sido impactado por un pelotón de gansos, dañando ambos motores y muchas opciones de aterrizaje seguro. Pero Sully, con una reserva sobrehumana de calma y concentración, guía el aeroplano hacia el río Hudson y ejecuta un acuatizaje perfecto en el cual sobreviven todas las 155 almas a bordo.
Poco después, llevados en ferry a tierra firme, el copiloto se vuelve hacia Sully. “Nunca en mi vida me he sentido más feliz de estar en Nueva York”, dijo él con seriedad.
Es un momento divertido, un respiro en el rescate. Podría ser también un sentimiento directo desde la boca del director Clint Eastwood. Con el estreno de “Sully” este 9 de septiembre, Mr. Eastwood, 86, un cineasta más comúnmente asociado con amplias panorámicas del oeste (“High Plains Drifter”, “Unforgiven”) o del exterior (“Flags of Our Fathers”, “Letters From Iwo Jima”) trajo su elenco y patrones de autenticidad en la pantalla a la costa este e hizo su película de la ciudad de Nueva York.
“Fue un momento interesante en el tiempo, especialmente para los neoyorquinos”, dijo Mr. Eastwood en una reciente entrevista telefónica desde California. “Casi toda la ciudad estuvo involucrada”. Él añadió después, “La película necesitaba la autenticidad de Nueva York, no solo su entorno.
La autenticidad de Nueva York, ese día, 15 de enero de 2009, es una que nadie quien estuvo ahí olvidará jamás, yo entre ellos. Hacía tanto frío afuera que yo usaba ropa interior larga esa mañana en el viaje en metro hacia Times Square, y también tuve flojera de quitármela, afortunadamente aún la usaba en mi escritorio cuando un editor llegó como salido de una película de periodistas de los años ’40.
“¡Wilson!” gritó. “¡Un jet se estrelló en el río Hudson!” Salí a la calle y tomé un taxi, temiendo el resultado que esperábamos. Horas después, luego de hablar con los pasajeros envueltos en sábanas y con los buzos de la policía, yo estaba de vuelta en el escritorio, con las extremidades descongeladas, escribiendo lo inesperado: buenas noticias.
Los buzos me dijeron que auxiliaron a pasajeros letárgicos con extremidades congeladas para sacarlos del agua. Una flota de ferries y botes rodearon al avión caído y subieron a bordo a los pasajeros. Sully salvó muchas vidas con su experiencia y destreza. Pero en los minutos siguientes, fue Nueva York la que salió al rescate, un hecho que la película destaca.
Mr. Eastwood parece ver una línea directa en el sentimiento colectivo del Milagro del Hudson con los ataques terroristas de 2001, en la cual el primer evento es un alivio para el primero.
“Nueva York aun estaba afectada por el 11 de septiembre y todo lo demás”, dijo Mr. Eastood. “En ese momento particular de la historia, Nueva York estaba en un estado lago deprimido. Este suceso fue algo que las personas pudieron tomar como un final feliz de la historia”.
Mr. Eastwood, quien viene del éxito de taquilla “American Sniper” (2014), estaba libre antes de unas apariciones programadas para promocionar “Sully”, llamar una tarde dominical 10 minutos antes de la entrevista era empezar y continuarmás allá del tiempo acordado. Él recordó que un asistente había colocado en su escritorio un guión rotulado “Historia sin título sobre el Milagro del Hudson”.
“No veo donde está el conflicto en hacer un drama con eso”, recordó haber pensado. Al leer el guión, su asistente esperaba.
La historia comprime los eventos de la vida real después del aterrizaje para mantener compacta la narrativa de la ciudad. En la película, Mr. Sullenberger es retenido en Manhattan por varios días tensos, lo cual lo hace revivir el incidente, en sus sueños y sus pensamientos. Él espera por su audiencia ante el panel de seguridad aérea que evalua su decisión de acuatizar en el río, cuando un retorno a La Guardia podría haber funcionado, como sugerían algunas simulaciones de vuelo.
La puesta en escena trajó a Mr. Eastwood de vuelta a una ciudad que ha visitado por más de 60 años.
“Yo solía ir al show de Carson, cuando Carson transmitía desde Nueva York”, dijo Mr. Eastwood, en referencia a los primeros años de la carrera de Johnny Carson en “The Tonight Show”. Él agregó, “Pasé mucho tiempo en la década de los ’50 tratando de conseguir trabajo. La televisión estaba llegando a su apogeo”. Su propio surgimiento ocurrió pocos años después, y muchas millas al oeste, en el papel de Rowdy Yates en “Rawhide”.
Mr. Eastwoo, quien co-escribió el tema musical de “Sully” tiene un profundo afecto por la escena jazzística de la ciudad. “Tuve la dicha de filmar una película hace años, ‘Bird’, y de recrear 52nd Street”, la capital del jazz a mediados de siglo, cuando la película de 1988 acerca de Charlie Parker fue filmada. Cuando puede, dojo él, disfruta contemplando el sitio real. “Birdland”, dijo él, al pensar en clubes favoritos. “Fui a ese hotel, ellos solían presentar buenos artistas. Hank Jones y esos tipos solían tocar allí”.
“Sully” dispone de un héroe incansable, dispuesto a carreras nocturnas y giras de medianoche al trote en Manhattan, el gerente de supervisión de lugares, Patrick Mignano, explicó que Nueva York es un personaje de la película junto al piloto. “Él trota junto al East River. Él trota en una calle en Hell’s Kitchen”. “Él corre solo a través de un casi desierto Times Square, mientras un parte de noticias acerca del aterrizaje rebota desde los parlantes. “Su trote a través de Times Square es su aislamiento”, dijo Mr. Mignano. “Él se refugia en su cabeza, y se evalúa”.
Los cineastas hicieron tomas en La Guardia Airport para las escenas de los pasajeros y la tripulación antes de abordar. Como el aeropuerto funcionaba normalmente, ellos tuvieron que conseguir 250 extras con el personal de seguridad. “Fue uno de los días más duros de mi carrera”, dijo Mr. Mignano. “Usualmente, es un centro cívico que funciona como aeropuerto”.
Por supuesto, nadie va a ver “Sully” por las escenas del aeropuerto. El reto más grande fue recrear el aterrizaje y el rescate. El aterrizaje fue logrado ampliamente con efectos de computadora. El rescate, fue filmado en el río.
“Conseguimos la participación de los botes ferry”, dijo Mr. Eastwood, en referencia a los ferries reales que rescataron a los pasajeros desde las alas del jet en 2009. “Conocí a muchos de los primeros en responder, algunos de los tipos quienes llevaron los botes hasta el lugar”. Él los incluyó en su película. “Es agradable tener varios acentos de Nueva York ejecutados de manera apropiada”, añadió él.
Pero una cosa, una gran cosa, se extrañó en el río. “No pudimos llevar un avión”, dijo Mr. Eastwood. “Era impráctico llevar uno hasta allá”. (Las escenas del avión precipitado fueron filmadas en un lago artificial en California, se usó un avión fuera de servicio montado en una estructura llamada gimbal).
La filmación en la ciudad ocurrió en el otoño de 2015, lo cual representaba otro problema. Aquello no lucía como un día de frío congelante de enero. Los árboles con hojas fueron defoliados en la posproducción, dijo Mr. Eastwood, y un equipo regresó en enero para hacer algunas tomas de exteriores mientras había nieve en el suelo.
“Así luciría tan frío como lo fue para ti”, dijo Mr. Eastwood, “con la ropa interior larga”.
También hay escenas impactantes que imaginan lo que pudo haber ocurrido. “Eso le daba a cada quien el sentimiento de lo que pudo haber pasado si él no hubiese hecho el trabajo de manera apropiada”, explicó Mr. Eastwood.
Él conoció a Mr. Sullenberger antes de empezar a filmar la película. “Es un tipo interesante”, dijo él. “Él es el tipo de piloto ideal para cada ciudadano quien viaja en avión. Si hay algun problema, quieres a alguien como el capitán Sullenberger”.
El capitán, ahora retirado, vio recientemente la película. “Pienso que el piensa que es muy buena”, dijo Mr. Eastwood. “No quiero poner palabras en su boca”.
Al final, Mr. Eastwood. Dijo que esperaba que la película tuviera éxito en decir la historia de manera correcta. “Fue lo más cerca que pudimos llegar sin haber estado ahí”, dijo él. “Yo quería que fuera como fue. Es una historia de Nueva York”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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