martes, 24 de enero de 2017
‘A Monster Calls’ (‘El Llamado de un Monstruo’): Los Árboles Parlantes son Fáciles. La Verdad es Dificil.
Logan Hill. The New York Times. 12 de enero de 2017.
No es sorpresa que los niños, para quienes muchas cosas aún son desconocidas, a menudo le tengan miedo a la oscuridad y a todos los misterios que se ocultan debajo de la cama o detrás de las puertas del escaparate. Pero Conor O’Malley, el joven protagonista de “A Monster Calls” de J.A. Bayona, tiene 12 años, edad suficiente para haber abierto la puerta del escaparate, mirado debajo de la cama y devorado películas tenebrosas como “Godzilla”.
Así que en el reflejo de las 12:07 am, cuando un árbol conífero ancestral se despega del suelo detrás del hogar irlandés de él con el sonido de pesadilla de 100 puertas de casas tenebrosas arrancadas de cuajo, la única respuesta de Conor es un gesto de fastidio.
Al cambiar de táctica, la inmensa bestia de ojos incandescentes le propone a Conor un acuerdo inesperado: Él le contará tres historias reales al muchacho, y luego Conor (Lewis MacDougall) le contará la historia real y vergonzosa de los miedos que calla con mucho coraje, los que él, su estricta abuela (Sigourney Weaver), y su madre agonizante (Felicity Jones) siguen evitando.
En la mayoría de las películas infantiles, el monstruo es una amenaza fantástica que se levanta desde las profundidades más oscuras. En la película de Mr. Bayona acerca de la pena, el propósito del monstruo es encender una luz entre los miedos más reales y racionales del niño. A nivel de la historia y la forma narrativa, “A Monster Calls” confronta un dilema adulto universal: ¿Qué tanto deben los adultos, en la familia o como cineastas, suavizarle las verdades difíciles a los niños?
El popular escritor de literatura infantil Patrick Ness adaptó el guión desde su novela de 2011 del mismo nombre, la cual Jessica Bruder, al revisarla para The New York Times, catalogó de “poderosa medicina: una historia que te llega a los huesos y se queda allí”. El libro se inspiró en una idea de la novelista Siobhan Dowd, quién falleció de cáncer antes que pudiera completarla, y en las memorias infantiles de Mr. Ness de mentiras bien intencionadas y medias verdades convenientes.
“Cuando yo era pequeño, nunca me dijeron la verdad”, dijo Mr. Ness mientras almorzaba con Mr. Bayona en Midtown. “Siempre me dijeron: El que se burla de ti va a terminar siendo tu mejor amigo. En verdad es muy sensitivo. La escuela representa los mejores años de tu vida. No te preocupes, vas a superarlo”.
Mr. Ness dijo que fue “un pequeño niño blanco de los suburbios de Tacoma, Wash.,” y se convirtió en novelista, en parte, porque los libros eran confiables, mientras los adultos escondían cosas. “Los niños saben más de lo que nos gustaría que supieran”, dijo él. La reacción a menudo es: Pretendamos que no lo saben porque no deberían, No deberían es una cosa dañina. La acción inmoral es no comprometerse, dejar que enfrenten las cosas solos, lo cual es lo que terminan haciendo los niños”.
Conor ha percibido el divorcio de sus padres, la intermitencia de su padre en su vida, y la llegada del cáncer de su madre. Su madre jura que todo va a estar bien. Igual que los demás, a excepción del burlón quién lo empuja a desaparecer diariamente. Conor esta menos en la oscuridad de lo que cualquiera pudiera pensar, y tiene suficiente experiencia para desconfiar de los finales felices de los cuentos reconfortantes de los adultos.
En la literatura infantil y de adultos jóvenes, las historias que tratan de las a menudo inestables emociones de los niños no son tan raras, pero un amplio grupo de películas para niños aun tiende a mantenerse en la comedia, u ofrecer fantasías, héroes unidimensionales quienes vencen enemigos crueles y alcanzan sus destinos triunfantes. Cuando la muerte de un ser querido define a un personaje, como ocurre en Harry Potter o el Hombre Araña, ese dolor es típicamente redefinido como el origen de la historia para lo espectacular, para el heroísmo salvador. En “A Monster Calls”, el título monstruo no está condenado o sacrificado para proveer tal metáfora. En completa violación de la fórmula de Hollywood, el monstruo vive, la madre muere.
A medida que Mr. Ness consideró adaptar su historia inusual, dijo que había “ciertas voces diciendo que tal vez deberíamos suavizarla, tal vez la madre no debería morir”. Para mantener el control, escribió una parte del guión, “esperando que algun cineasta respondiera, y uno lo hizo”.
Mr. Bayona, cuyas películas para adultos “The Orphanage” y “The Impossible” incluyeron niños en situaciones difíciles, dijo que había poca películas infantiles contemporáneas de acción que el admiraba. “En noventa y nueve porciento de las películas para niños, no hay complejidad en la psicología”, dijo Mr. Bayona. “Cuando ellos crecen, sufren para aceptar esa incertidumbre, que las cosas pueden ser en blanco y negro a la vez”.
El guión de Mr. Ness por el contrario, le recordó una de sus películas favoritas. “Spielberg inventó la tendencia de drama para niños en ET”, dijo él. “Allí se habla de la niñez de una manera muy seria. Adoro esas películas, pero ya no las hacen más”.
Mr. Bayona dijo que estaba sorprendido de notar que la mayoría de las películas infantiles psicológicamente complejas tendían a ser animadas. Citó a “The Iron Giant” de Brad Bird (“una gran película que habla acerca de la muerte de una manera accesible, con fantasía”), el trabajo de Hayao Miyazaki (“Howl`s Moving Castle”), y “Up” e “Inside Out” de Pixar.
“A Monster Calls” califica en un registro emocional de mas rabia que muchas de esas películas. Mr. Bayona le permite a Conor enfurecerse y enojarse, y despotricar a los miembros de su familia, quienes a menudo no tienen idea de que decir o hacer.
Sigourney Weaver, quien interpreta a la dura abuela de Conor, dijo que la película estaba en armonía con la sensibilidad de Maurice Sendak, quien escribió: “Where the Wild Things Are” (“Donde Están las Cosas Salvajes”). “Él sentía que los niños estaban muy interesados en la oscuridad y la luz”, dijo ella, “y que sanear las cosas para ellos, como pienso que él pensó que hizo Disney, era irrespetar a las personas complejas que son ellos”.
Al final, el monstruo de Conor, cuyas historias reflejan un mundo inseguro, inconsistente y desordenado, nunca es violento, y Conor se sumerge más profundo en su oscuridad, admitiendo su fea culpa: que, sin importar cuanto él la quiera, también a veces desea que su madre fallezca para que todo finalmente termine.
“Conor llega a reconocer que se puede sentir algo y al mis tiempo sentir lo contrario”, dijo Mr. Ness.
La película ya ha roto registros de taquilla en la España natal de Mr. Bayona. Pero será interesante ver como le va en las taquillas estadounidenses a una película compleja para niños, no inspirada en emoticones, ni juegos de mesa, ni mascotas parlantes. Los cineastas dicen que la película es particularmente oportuna, dada la manera como muchos padres están teniendo dificultades para explicarle a sus hijos el tropel de noticias diarias difíciles.
“El monstruo dice, ‘¿Como puede un rey ser asesino y ser adorado por su pueblo?” Y ‘los reinos tienen los príncipes que se merecen’”. Dijo Mr. Bayona. “Eso es muy relevante ahora, justo a pocas cuadras de aquí”.
Mr. Bayona se refería al Presidente electo Donal J. Trump, pero Mr. Ness dijo, “Esa fue una línea acerca de George W., por cierto”, escrita después de la reelección de Mr. Bush en 2004 y en medio de la guerra de Irak. El notó que la reciente elección reveló que muchos adultos tienen sentimientos que serían familiares para niños como Conor.
“Ser joven es sentir la injusticia”, dijo Mr. Ness. “Particularmente a los 12, 13, 14 años te dan muchas de las responsabilidades de un adulto y ninguno de los privilegios. El sentido de la injusticia es grande, y la vida a menudo se siente como una trampa. Bien, eso no se detiene. La vida a menudo se siente como una trampa”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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