lunes, 20 de febrero de 2017
Convertirse en un Estudiante Universitario Confiable, Con la Ayuda de un Ángel.
Convertirse en un Estudiante Universitario Confiable, Con la Ayuda de un Ángel.
John Otis. The New York Times. 10-01-2017.
La policía llegó a la puerta el día de limpieza de la familia. Julio Reyes, entonces de 13 años de edad, recuerda que el apartamento estaba inmaculado; su madre era una maniática de la limpieza.
Luego que las autoridades irrumpieron en el hogar de Lower East Side, peinaron el lugar en busca de drogas. Voltearon los muebles, lanzaron las ropas en derredor, un reguero de desechos por todas partes, y de alguna manera el baño terminó roto.
“Yo me dije, ‘¿De verdad? Habíamos limpiado’”, dijo Mr. Reyes, al recordar ese día, el cual terminó con él puesto bajo custodia.
Él y un hermano eventualmente terminaron bajo la custodia de una tía quien había criado a Mr. Reyes hasta la edad de cuatro años. Aunque él la llamaba ‘tía’, la consideraba como una madre. Asumió responsabilidades de adulto y era como un padre para muchos de sus hermanos.
“Si usted regresa y le pregunta a mis hermanos y hermana quien los crió, le dirán que fui yo”, dijo Mr. Reyes.
Aunque Mr. Reyes era un líder en casa, su tumultuosa niñez lo hizo más reservado en la escuela. Se veía como un indeseable, prefería la compañía de figuras de acción o juegos de retos mentales antes que otras personas. Era conocido como el estudiante quien jugaba ajedrez con los maestros y pasaba horas realizando juegos solitarios como Sudoku y KenKen, y armando el cubo de Rubik.
En la escuela secundaria, Mr. Reyes empezó a clasificar su conducta. “Ahí fue cuando empecé a saber quien era como persona”, dijo él. Empecé a ser más llevadero”.
Él desarrolló una pasión por la danza, algo que había disfrutado previamente solo si podía evitar ser visto por otros. “Dejé de preocuparme por lo que pensaran las otras personas”, dijo él. “Las personas me miraban. No sé si me juzgaban, pero si lo hacían, me decía, ‘Esto es lo que quiero hacer’”.
A pesar de avanzar en construir una confianza propia, los planes de Mr. Reyes más allá de la escuela secundaria eran borrosos. Los miembros de su familia le habían dicho a él y sus hermanos qué tan importante era la universidad para su futuro.
Durante el primer año de Mr. Reyes en la escuela secundaria, conoció a Alex Blaise, un consultor de la Children’s Aid Society, una de ocho organizaciones apoyadas por The New York Times Neediest Cases Fund (Fondo de Casos Más Necesitados). Mr. Blaise animó a Mr. Reyes a aplicar para la universidad y lo ayudó en el proceso.
“Él fue un ángel camuflajeado”, dijo Mr. Reyes.
Con la ayuda de Mr. Blaise, Mr. Reyes fue aceptado en Borough of Manhattan Community College. Él asumió sus estudios con dos trabajos, uno en una compañía de mudanzas y el otro atendiendo mesas en un restaurant.
“Quedarse dormido no era una opción”, dijo él.
Luego de dos años, un deseo de cambio, motivado en parte por una ruptura sentimental, llevó a Mr. Reyes a fijar su atención en universidades fuera de la ciudad de Nueva York. Se decidió por Binghamton University y ha estado tomando clases ahí desde el otoño de 2015. La Children’s Aid Society aportó 218.40 $ de los fondos de Neediest Cases para ayudar a Mr. Reyes a comprar libros escolares para su primer semestre de primavera.
Una persona más segura de sí ha emergido desde que él se mudo al area de Binghamton. “Primero, estaba en una burbuja”, dijo él. “Y no permitía que nadie entrara en mi burbuja. Ahora, no tengo burbuja. Estoy muy abierto a conocer personas”.
Mr. Reyes se esfuerza para conseguir el grado de licenciado en contaduría y espera graduarse en mayo de 2018. Planea convertirse en contador público certificado o analista financiero.
“Soy el mejor en matemática, el mejor”, dijo él.
Mr. Reyes también es miembro del equipo de danza de la universidad, Quimbamba. Bailar nunca será una carrera, dijo él. Es una expresión de su corazón, una que lo llena de vida. Él lleva la misma disciplina a su rutina de ejercicios, se levanta a las 5 am para ir al gimnasio, es parte de sus esfuerzos para mejorar él y su vida.
Mientras está en camino de lograr más de lo que pudo haber pensado posible hace pocos años, Mr. Reyes rechaza aceptar felicitaciones por sus éxitos.
“Prefiero terminar el trabajo, luego celebrar el logro cuando esté terminado por completo”, dijo Mr. Reyes. “Eso tiene más significado y valor cuando es celebrado al final, más que en cada pequeño paso”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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