lunes, 11 de enero de 2016
Janis Joplin en sus propias palabras
Ty Burr. The Boston Globe. 07-01-2016.
La cineaste Amy Berg cuenta la historia de Janis Joplin de manera directa y armoniosa en “Janis: Little Girl Blue”, y eso está bien: la propia Janis aporta todo el exceso. Un recurso útil para neófitos y bien recibido recordatorio para aquellos quienes la conocen (o piensan conocerla), el documental habla de Joplin como la gran cantante de blues no solo de los años ’60, sino de todos los tiempos. Eso es más que probable, pero la tragedia de la muerte de la cantante a los 27 años por una sobredosis de heroína es que el tiempo y las grabaciones han probado el asunto más allá de la duda. Su último álbum “Pearl” en 1970, fue de lejos el más enigmático y el mejor. Hay mucho que nunca llegamos a oir”.
Como indica el título, el documental presenta a Joplin como una niña-mujer cuyas numerosas heridas emocionales la hacen dura y triste. Berg (Deliver Us From Evil) pinta al pueblo de la cantante, Port Arthur, Texas, como una calle de dos dimensiones donde una muchacha quien no era convencionalmente bella o quien no se comportaba estaba destinada al ridículo. Joplin fue expulsada del coro de la escuela por “no seguir directrices”, fue acosada por hablar a favor de la integración. Un amigo de la niñez dice, “Ella no podía encontrar como se como los demás”.
Aún así, cuando ella empezó a imitar canciones de Odetta en fiestas, las personas se asombraron. “¿Quien iba a saber que esta pequeña niña problemática cantaba tan bien?” recuerda un observador. Joplin se mudó a Austin, donde se hizo famosa en lugares de música tradicional y fue humillada cuando los chicos de la fraternidad de University of Texas la eligieron el “hombre más feo” de Austin. Para 1963, ella estaba en San Francisco, lo cual era el calentamiento para su gran demostración de los años ’60.
La leyenda es que Joplin fue de lejos lo mejor de Big Brother and the Holding Company, el grupo con el cual se hizo famosa. La leyenda no miente. Hasta los grisaceos miembros de la banda, el baterista Dave Getz, el guitarrista Sam Andrew, el bajista Peter Albin, admiten que su rock no habría llegado muy lejos sin Joplin al frente, interpretando “Piece of My Heart,” Big Mama Thornton’s “Ball and Chain,” y hasta “Summertime” con los nervios expuestos. “Little Girl Blue” incluye grabaciones en vivo desde el Fillmore West, la consagración en el Monterey Pop Festival de 1967, y muchos, muchos otros momentos, y el espectador es impresionado por el don innato de Joplin para sincronizar y colocar sus emociones tan frontales y centradas que la actuación entera parece sangrar.
Ella también podía hacer humear una canción con gritos, una tendencia alentada cuando Joplin salió por su cuenta con la Kozmic Blues Band. Ahí sus cortas apariciones como líder del grupo se hicieron aparentes y el intento de recrear un soul de cornetas pesado, al estilo de su ídolo Otis Redding, opacó el canto. Ella actuó mucho mejor con su final Full Tilt Boogie Band, con la cual grabó “Pearl” y su éxito más grande lanzado en 1970 despues de morir, “Me and Bobby McGee”.
“Little Girl Blue” trae a Chan Marshall, a.k.a cantante Cat Power, para leer las cartas festivas y a menudo sentidas de Joplin para la familia y amigos, y oímos de los hermanos adultos de la cantante, los amigos músicos, y ex amantes. Ella era muy divertida, terriblemente necesitada. En sus propias palabras, ella hacia el amor con 25000 personas en escena y se iba a casa sola. Bob Weir cuenta anécdotas del romance de Joplin con Dick Cavett, amigo, anfitrión de programa de variedades y Grateful Dead’s Pigpen McKernan, sus segmentes de entrevistas televisados son editados aquí y son maravillosos, diplomáticamente muestran como él y Joplin pudieron haber tenido una cosa breve si la memoria de él fuera algo mejor, lo cual no es así. (La mente oscila).
La heroína no fue su amor más grande pero, después del alcohol, puede haber sido su solaz más confiable. Ella dejó la droga varias veces y parecía limpia al final; su muerte fue más sorpresiva para quienes la conocían que para los que no. “Little Girl Blue” establece una resemblanza en su arco y su empatía con “Amy”, el documental del año pasado de Amy Winehouse, pero Joplin parece de lejos el ave más dura, al recibir la fama y finalmente empezar a darle sentido a esta antes de morir.
Berg toca quizás muy someramente la relación romántica de la cantante con mujeres, y ella ciertamente podría justificarse en el indiscutible hecho de que Janis Joplin fue la primera intérprete de rock ‘n’ roll, de siempre, y la única hasta que llegó Patti Smith. Me gustaría imaginar a la cantante viendo esta película en algún lugar, sonriendo para agradecer por lo que está bien y rompiendo en carcajadas por lo que falta.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario