miércoles, 13 de enero de 2016

Meadowlark Lemon, el bufón de la corte de los Trotamundos de Harlem, fallece a los 83 años de edad.

Bruce Weber. 28-12-2015. The New York Times. Meadowlark Lemon, cuyos disparos en gancho desde media cancha, pases por la espalda sin mirar, y payasadas vívidas fueron su marca de presentación en el conocido espectáculo de baloncesto itinerante para divertir al público de los Trotamundos de Harlem por casi un cuarto de siglo, falleció el domingo 27 de diciembre en Scottsdale, Ariz. Su muerte fue confirmada por su esposa, Cynthia Lemon, quién no especificó la causa. Un atleta talentoso con voracidad para entretener en público, Lemon, quien soñaba con jugar para los Trotamundos desde que era niño en Carolina del Norte, se unió al equipo en 1954, poco después de salir del ejército. En pocos años el asumió el papel central de hombre espectáculo, tomando el testigo del príncipe payaso de los Trotamundos por mucho tiempo Reece Tatum, a quien todos llamaban Goose. Tatum, quién había abandonado el equipo alrededor del momento cuando Lemon llegó, era un gran jugador cuyas parodias en la cancha habían establecido la reputación del equipo para inducir la magia de las risas a nivel de campeonato. Ese era un tiempo cuando los Trotamundos eran conocidos por más que sus rutinas de comedia y magia basketera, también eran reconocidos por ser un formidable equipo competitivo. Su victoria sobre los Lakers de Indianapolis en 1948 fue decisiva en la integración de la National Basketball Association, y una década después su dueño, Abe Saperstein, firmó a un gigante de la University of Kansas a un contrato de un año antes que fuera elegible para la NBA: Wilt Chamberlain. Para entonces, Lemon, quien también era alto y flaco, era el líder del equipo, como tal jugaba como centro mientras Chamberlain jugaba de poste. Lemon era un gran manejador de balón y un pasador virtuoso, y se especializaba en el gancho de larga distancia, un lanzamiento trucado que hacía con gran regularidad. Pero era su carisma y actitud cómica lo que lo hizo quizás el Trotamundo más famoso. Por 22 años, hasta que salió del equipo en 1978, Lemon fue el maestro del espectáculo de los Trotamundos. Imitaba las parodias de Tatum, incluyendo espiar en la banca de los rivales, y agregó las suyas. Él amenazaba a los árbitros o aficionados con un balde que parecía pero no estaba lleno de agua sino de caramelos. Driblaba por encima de su cabeza y caminaba con zancadas exageradas. Imitaba a un bateador en la caja de bateo, con sus compañeros, hacía pantomimas de un juego de beisbol. Y para atormentar al equipo rival, a medida que avanzó el tiempo, a menudo era un escuadrón contratado de bromistas, y divertir a los espectadores apreciativos, sonreía y carcajeaba y bromeaba y hablaba; como Tatum, él hablaba la mayor parte del tiempo que estaba en la cancha. Los Trotamundos jugaban en arenas grandes y en canchas de tierra en villas africanas. Jugaron en Roma ante el Papa; jugaron en Moscú durante la guerra fría ante el líder soviético Nikita S. Khrushchev. En los Estados Unidos, jugaban en pueblos pequeños y ciudades grandes, en el Madison Square Garden, en gimnasios de liceos, en auditorios desocupados, hasta en el suelo de una piscina vaciada. Mostraban sus trucos más entretenidos de manejo de balón, acompañados de su melodía identificativa, “Sweet Georgia Brown” en “The Ed Sullivan Show”. A través del tiempo, Lemon se convirtió en “una institución estadounidense como el Monumento de Washignton o la Estatua de la Libertad cuyo “uniforme algún día colgara en el Smithsonian al lado del aeroplano de Lindbergh”, como una vez lo describiera el columnista Jim Murray de Los Angeles Times. Significativamente, el tiempo de Lemon con los Trotamundos fue paralelo al despegue de la NBA. Cuando el se unió al equipo, los Trotamundos eran aun mejor conocidos que los Knicks y los Celtics de Boston y jugaban ante multitudes más grandes que ellos. Cuando desaparecieron, Larry Bird y Magic Johnson estaban por debutar en la NBA y propulsarla a la popularidad mundial. En el interin, la liga se hizo completamente receptiva para los jugadores negros, compitiendo con los Trotamundos por sus servicios y eventualmente usurpándolos como el empleador más viable del talento basketero más alto. Parcialmente como resultado, los Trotamundos se hicieron un equipo de baloncesto menos competitivo y más un grupo de entretenimiento a través de los años ’60 y ’70. Se convirtieron en estrellas de televisión, eran anfitriones de especiales de variedades y se interpretaban a si mismos en programas como “The White Shadow” y una película para la televisión de “Gilligan’s Island”; ellos inspiraron un programa matinal sabatino de dibujos animados. En los primeros años de Lemon con el equipo, mientras los Trotamundos se enfrentaban a equipos locales y equipos universitarios con los mejores jugadores, ellos jugaban para ganar, generalmente usaban destrezas de baloncesto hasta que el resultado estaba asegurado. Pero a medida que avanzó el tiempo, el resultado ya no fue lo más importante para los aficionados que los iban a ver. El 5 de enero de 1971, los Trotamundos fueron vencido en Martin, Tenn., por un equipo ordinario, los Reds de New Jersey. Era la primera vez que perdían en casi nueve años, el fin de una seguidilla de victorias de 2495 juegos. Pero quizás más notorio que la seguidilla fue el hecho de que terminara, dado que los rivales de los Trotamundos para entonces generalmente tenían prohibido interferir los pases hacia Lemon en el medio o interrumpir las parodias familiares. Lemon, como la atracción estelar, brillaba en este ambiente, pero también se convirtió en foco de problemas dentro de la organización de los Trotamundos. Mientras el movimiento de los derechos civiles ganaba fuerza, las acciones de los jugadores en la cancha ocasionaron críticas desde afuera por reforzar lo que muchos consideraban estereotipos negros, y Lemon se tomó las críticas para sí. Él no solo era el líder de lo que muchos pensaban era una incómoda resurrección del espectáculo de los trovadores, él también era, de lejos, el Trotamundo mejor pagado, y sus compañeros lo asociaban más con la gerencia que con ellos mismos. Cuando los jugadores fueron a la huelga por aumento de salario en 1971, Lemon, quien negociaba su propio salario, no se les unió. Luego que Saperstein falleciera en 1965, el equipo cambio de manos varias veces, y en 1978, de acuerdo a “Spinning the Globe: The Rise, Fall and Return to Greatness of the Harlem Globetrotters” (2005), de Ben Green, Lemon fue despedido luego de una disputa salarial. Él subsecuentemente formó sus propios equipos itinerantes, Meadowlark Lemon’s Bucketeers, Shooting Stars y Meadowlark Lemon’s Harlem All-Stars y continuo actuando hasta sus 70 años y más allá. Su página web dice que él jugó 16.000 juegos, una cifra impactante, implica más de 300 juegos anuales por 50 años, y en 100 paises, lo cual, es probablemente cierto. Lemon fue inducido al Naismith Memorial Basketball Hall of Fame de Springfield, Mass., en 2003. Ahí se unió con otro Trotamundo, Marques Haynes, quien fue inducido en 1998 y a quien algunos llamaban el driblador más grande del mundo. Haynes murió en mayo a los 89 años. Cualesquiera fuesen los sentimientos enfermos durante los dias de Lemon con los Trotamundos, estos fueron drenados por su celebridad y el afecto con el cual era recibido en todo el mundo. “Meadowlark fue el baloncetista más sensacional, maravilloso e increíble que haya visto”, dijo Chamberlain en una entrevista televisiva poco antes de morir en 1999. “Las personas dirían que ese jugador sería Dr. J o Jordan”, siguió Chamberlain, refiriéndose a Julius Erving y Michael Jordan. “Para mí, sería Meadowlark Lemon”. Los hechos de la vida temprana de Lemon eran borrosos, y evidentemente él lo quería de esa manera. Su fecha de nacimiento, lugar de nacimiento y nacimiento tieen varias versiones. La fecha más citada es 25 de abril de 1932. Muchas fuentes dicen que nació en Wilmington, N.C., pero The Wilmington Star-News reportó en 1996 que él nació en Lexington County, S.C., y se mudó a Wilmington en 1938. Su página web dice que nació como Meadow Lemon, aunque muchas fuentes dicen que su nombre de pila fue George Meadow Lemon o Meadow George Lemon. The Star-News dijo que era George Meadow Lemon III. Se hizo conocido como Meadowlark luego que se unió a los Trotamundos. Cuando era niño en Wilmington, aprendió baloncesto en un club local de niños; le dijo a The Hartford Courant en 1999 que él era tan pobre que practicaba usando un gancho de ropa como canasta, un saco de cebollas como red y una lata de leche Carnation como pelota. Luego de la escuela secundaria, él atendió brevemente Florida A&M University antes de pasar dos años en el ejército. Estacionado en Austria, jugó unos juegos con los Trotamundos, quienes estaban de gira por Europa, y él lo suficientemente bien para ganarse una prueba después que cumpliera el servicio militar. Fue asignado al equipo de desarrollo de los Trotamundos, los Stars de Kansas City, antes de unirse a los Trotamundos en 1954. Cuando le preguntaron sobre no haber jugado nunca en la NBA, Lemon le dijo a Sports Illustrated en 2010, “Me tiene sin cuidado que nunca haya jugado contra algunos de esos tipos”. Él agregó: “Lo pondré de esta manera. Cuando vas a las Ice Capades, ves todos esos maravillosos patinadores, y entonces ves al payaso salir al hielo, tambaleándose y pretendiendo que apenas se puede sostener en sus patines, para hacerte reir. Muchas veces, ese payaso es el mejor patinador de todos”. Lemon vivía en Scottsdale. Su primer matrimonio, con Willye Maultsby, terminó en divorcio. (En 1978, ella fue arrestada luego de acuchillarlo en una calle de Manhattan). Él tuvo 10 hijos. No fue suministrada información completa de sobrevivientes al momento. En 1986, Lemon se convirtió en ministro cristiano, él y su esposa fundaron una organización evangélica sin fines de lucro, Meadowlark Lemon Ministries, en 1994. “Hombre, he tenido una buena carrera”, dijo él en su ceremonia de inducción al Salón de la Fama, al recordar la primera vez que vio el juego de los Trotamundos, en una película en un cine de Wilmington cuando tenía 11 años. “Cuando ellos iban a la cancha de baloncesto, parecían hablarle a la pelota”, dijo él. “Yo dije, ‘Eso es mío; eso es para mí’. Estaba recibiendo una visión. Estaba recibiendo un sueño en mi corazón”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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