miércoles, 20 de enero de 2016
¿Qué significa cuando los animales sufren una vasta mortandad?
James Gorman. The New York Times. 18-01-2016.
¿Están las mortandades ocurriendo más a menudo?
Para el lector casual, puede parecer cierto con la regularidad de los reportes de miles de animales de una especie que mueren de repente.
Las últimas víctimas son somormujos comunes del Pacífico Norte. Han estado muriendo por meses, pero las cifras estimadas se incrementaron dramáticamente cuando David Irons, un biólogo retirado del Fish and Wildlife Service de Estados Unidos, al caminar por una playa en Whittier, Alaska, encontró cerca de 8000 aves muertas a principios de enero.
Desde entonces, equipos de búsqueda en botes desde Fish and Wildlife, United States Geological Survey y el Prince William Sound Science Center contaron otros 10.000 a 12.000 murres muertos en las playas y mar abierto de Prince William Sound, dijo Kathy Kuletz, una especialista en aves marinas para la región de Alaska del Fish and Wildlife Service.
Como con la mayoría de las mortandades, las teorías están a la mano. Los somormujos pesan alrededor de un kilogramo y viven en grandes bandadas, se sumergen para alimentarse de pescado. En invierno, ellos usualmente cerca de la costa continental, y necesitan comer mucho para sobrevivir, para subir hasta la mitad del peso de su cuerpo en un día.
Hay más de dos millones de ellos nada más en aguas de Alaska. Pero el año pasado no fue bueno para ellos.
Los pájaros están desgastados y parecen estar pasando hambre, de acuerdo al National Wildlife Health Center de Wisconsin, el cual no ha encontrado evidencia de enfermedad o toxinas que puedan causar tales muertes.
Cuando hay cambio en la temperatura del agua, como ha estado ocurriendo en el Pacífico Noreste, la comida de los pescados puede desaparecer.
Aún así, esta mortandad ha sorprendió a los expertos, porque se ha mantenido por alrededor de un año y cubre una vasta area.
La mayoría de la mortandades del pasado han estado más concentradas en el tiempo y el espacio, dijo John F. Piatt, experto en aves marinas con el United States Geological Survey de Anchorage.
Los efectos de El Niño actual, un cambio en las corrientes oceánicas, aún no ha alcanzado Alaska. Si la historia es una guía, El Niño significa problemas para los somormujos.
“Pienso que aun no hemos visto lo peor”, dijo el Dr. Piatt, quien dijo que habían muerto 100.000 o más aves y especuló que si pasaba lo peor, las muertes podían alcanzar muchos cientos de miles.
Una pregunta más difícil para los investigadores es tratar de entender como el desastre de una población encaja con la mortandad de otros animales y si las mortandades han estado incrementándose en años recientes.
Ciertamente, hay eventos recientes destacados, como la muerte de la mitad de todos los antílope saiga el año pasado. Y los renos, abejas y delfines de la costa este tambien han tenido mortandades en años recientes.
Samuel Fey, un investigador en biología de Yale University, fue motivado por las noticias de los medios sobre las mortandades para investigar si ellas estaban aumentando en el tiempo. “Estos eventos individuales llaman muho la atención”, dijo él. “Ellas tienen mucho impacto”.
Así que él y Stephanie Carlson, una especialista en ciencia ambiental en University of California, Berkeley, y un grupo de otros investigadores hicieron una base de datos de más de 700 eventos alrededor del mundo en 2.400 poblaciones animales desde finales del siglo 19.
Su análisis, publicado hace un año, mostró que la magnitud de las mortandades desde 1940 se había incrementado. Pero en términos de frecuencia, todos ellos podrían decir que esos reportes de mortandades estaban ciertamente incrementándose.
Ellos no podrían decir si los reportes representaban un incremento real o solo incrementaron la atención porque, como el Dr. Fey dijo la semana pasada luego de los reportes de las muertes de los somormujos, no hay base de datos central de grandes mortandades de aves, peces, ranas y otros animales.
Él está sin embargo, trabajando para remediar esto con Julie Lenoch, una veterinaria y directora diputada del National Wildlife Health Center de la medición geológica en Madison, Wis.
El centro hace necropsias de animales salvajes enviados allí por agencias como Fish and Wildlife y mantiene archivado lo que encuentra. Pero, la Dra. Lenoch dijo, “Solo probamos las muestras que recibimos”.
Y debido a que es su único lente del fenómeno de las mortandades, ellos están en desventaja al tratar de contestar preguntas mayores.
“Entender la causa y la consecuencia de las mortandades de animales es críticamente importante”, dijo ella, porque pueden estar involucradas enfermedades como la rabia, West Nile o gripe aviar, que se podrían dispersar hacia animales de granjas, animales domésticos o humanos. Los tóxicos químicos pueden ser una causa, estos pueden afectar otros animales y humanos.
O pueden estar involucrados cambios climáticos o del tiempo, y reconocer patrones podría ayudar a preparase para futuros eventos y entender mejor los sistemas naturales.
Ahora existen algunas bases de datos. La National Oceanic and Atmospheric Administration tiene una para vida salvaje oceánica. Y la medición geológica tiene una base de datos histórica de mortandades animales llamada Whispers que apareció en línea hace como un año. Bases de datos separadas no son adecuadas, sin embargo, dijo ella. Así que ella y el Dr, Fey esperan tener una reunión de representativos de estado y agencias federales y otros involucrados en el cuidado animal para empezar el trabajo de crear una base de datos central.
Para los somormujos, no hay nada que hacer más que observar, estudiar y registrar las muertes, con un ojo en entender lo que esto dice de los efectos de los cambios en el océano.
Las aves tienen una gran capacidad de reponerse, dijo el Dr. Piatt. Desde 1984 hasta 1985, dijo él, 95 porciento de los somormujos comunes de Barents Sea en Rusia y Noruega desaparecieron, aparentemente debido a la pesca excesiva de capelin. Hoy, hay más de ellos que nunca.
Por otro lado, cuando los somormujos cercanos a las Farallon Islands de California tuvieron una caída de su población en 1983, algunas colonias casi se desvanecieron, y el crecimiento de la población fue muy lento después de la mortandad.
“Los somormujos pueden reponerse”, dijo el Dr. Piatt. “Pero a veces, no lo hacen”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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