jueves, 28 de mayo de 2015

Entrevista con Emil Zatopek, el famoso corredor de larga distancia

Frank Csongos 20-06-1996. Praga- Fue el sistema deportivo comunista que creó al legendario Emil Zatopek. Pero el mismo sistema buscó destruirlo cuando el corredor de larga distancia hizo declaraciones contra la invasión soviética de Checoslovaquia. Y él todavía paga el precio. Vive muy modestamente. Tiene problemas de salud. Pero no se lamenta de nada. Zatopek es uno de los grandes héroes de los Juegos Olímpicos modernos. En la cita olímpica de Londres de 1948, ganó oro en los 10000 metros y plata en los 5000. En Helsinki 1952, ganó tres medallas de oro: en los 5000 metros, 10000 metros y la maratón. Una lesión le impidió ganar más medallas cuatro años después. Ahora, a los 73 años le es difícil caminar debido a una infección viral, Zatopek habló de su vida en una amplia entrevista con RFE-RL en su casa de un suburbio de Praga. Comparte su vida con su esposa, Dana Zatopkova. Dana también es una campeona olímpica. Ella ganó oro en jabalina en Helsinki en 1952 y plata en Roma en 1960. Ambos nacieron el 19 de septiembre de 1922. “Emil es cuatro horas mayor que yo”, dice ella con una sonrisa. “Yo no quería ser un corredor”, dijo Zatopek en la entrevista. “Estaba trabajando en una fábrica de zapatos durante la guerra y ellos me pidieron correr en una competencia. Dije que me dolía la rodilla. El doctor me examinó. Dijo, ‘Puedes correr’. Así que lo hice y llegué segundo. Así es como empezó todo”. Cuando los comunistas tomaron el poder en Checoslovaquia, Zatopek y otros atletas talentosos recibió privilegios y recursos solo disponibles para unos pocos. “¿Quién podía viajar en un país comunista?” recordó Zatopek. “Sólo un diplomático o un deportista. Ninguna persona normal. Era una gran ventaja, pero también era desventaja. Porque estas personas podían ver el progreso en el mundo. Y regresar a casa, a un país donde el tiempo se había detenido”. Zatopek estableció 18 records mundiales en carreras de larga distancia durante una impresionante carrera desde finales de los años 1940 hasta finales de los ’50. Le fue entregado el rango de coronel de la armada. Era el consentido del sistema. “El sistema usaba al deporte como propaganda”, dijo Zatopek. “Teníamos todo, tiempo para entrenar, ropas para entrenar, buena comida para entrenar. Todo. Solo había un problema: resultados”. Cuando las tropas soviéticas invadieron Checoslovaquia en agosto de 1968, Zatopek hizo pública su oposición. Dijo que a los soviéticos no se les debería permitir participar en los Juegos Olímpicos de 1968 porque tal acto de fuerza iba contra el espíritu olímpico. Una semana después, fue citado al ministerio de la defensa y expulsado de la armada. “Fui sentenciado a trabajos manuales en una mina de uranio”. Zatopek dice que pudo resistir la experiencia debido a que “para un deportista el trabajo duro no es malo”. Además, dice él, le pagaban mejor que en la oficina. Trabajó en la mina por unos meses. Él solo fue rehabilitado después del colapso del comunismo en 1989. Zatopek dice que el deporte amateur se acabó, “todo depende del patrocinio”. Pero dice que este sistema produce mejores atletas. “Los de Atlanta este año, serán los mejores Juegos Olímpicos jamás organizados”, dice él. Pero Zatopek dice que no tiene planes de asistir. “No conocemos a los campeones nuevos. Tenemos un buen televisor”. Zatopek dice que duda si en la actualidad sería dueño de alguna marca mundial porque los corredores más talentosos de larga distancia ahora vienen del mundo subdesarrollado. “Nuestros niños van a la escuela en auto o bus”, dice él. “Ven televisión. Los niños de África, caminan y corren”. Zatopek dice que no tiene de que lamentarse en el mundo de los deportes. “Quería probar que podía ganar”, dice él. “Estoy satisfecho. Soy feliz”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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