lunes, 11 de abril de 2016
¿Qué sabe usted de judo?
Marti Malloy. Judo/ Team USA. The Players Tribune.
Dos manos húmedas tocaron mi rostro. Dos ojos se fijaron en los míos. Estoy atascada.
“Marti, sé que estás brava. Se que quieres llorar. Pero tienes que pelear una vez más”.
Los ojos no se mueven. Los míos si.
“Marti, necesitas dejar esto atrás. Créeme, te vas a sentir un millón de veces peor si no volteas la cara y te enfocas en la próxima pelea”.
Eso es verdad, pensé. Había perdido mi pelea de semifinales en los Juegos Olímpicos de Londres. Pude haber hecho historia. Pude haber sido la primera mujer estadounidense en ganar oro olímpico en judo. Ahora todo se había esfumado. ¿Cómo me podía sentir peor que esto?
Esos dos ojos me dan la respuesta. Pertenecen a mi entrenador, Jimmy Pedro. Y él sabe exactamente que es peor que perder en las semifinales. Jimmy ganó dos medallas de bronce olímpicas, pero también terminó quinto una vez en los olímpicos y otra vez en los campeonatos mundiales, lo cual significa que él perdió dos veces su oportunidad de ganar bronce. Regresar a casa con las manos completamente vacías después de estar tan cerca de ganar una medalla es verdaderamente devastador.
Ahí fue cuando reconocí que podía sentirme totalmente peor de lo que me sentía ahora.
Jimmy llega a mis pensamientos, y es como si hubiese borrado mi memoria, como si hubiera usado el “neuralyzer” de Men in Black. Y entonces, mientras me preparo para la pelea por la medalla de bronce a solo minutos de caer, ante la perdedora de la llave, noto que algo está ausente: los nervios. Jimmy se los ha llevado.
Camino hacia el tatami para enfrentar a Giulia Quintavalle de Italia, la campeona olímpica de Beijing en 2008, y noto algo que nunca vi en todas las veces que nos enfrentamos en todas las competencias a través de los años: nervios.
Si estás nerviosa, especialmente en judo, no solo lo notará tu oponente, sino que también te fallará tu capacidad de tomar decisiones en fracciones de segundo.
Hacemos la reverencia y asumimos nuestras posiciones de combate. Giulia empieza a bailar alrededor del tatami. Lego de unos dos minutos, ella recibe una penalización por no ser combativa. En judo, es ilegal ser “defensivo” y no atacar, es contrario a la idea del deporte. Es como “caminar” en baloncesto, sin eso un equipo se rezagaría en todo el juego. Sé que ella está nerviosa, lo cual me da la confianza para hacer un movimiento decisivo.
Ejecuto instintivamente un sode tsurikomi goshi, un movimiento (lease:técnica) que pone el peso del oponente sobre sus talones. Entonces paso a mi segundo movimiento, un ko-uchi gari, o lo que es comúnmente conocido como una barrida de pies. Su espalda golpea el tatami. Y con eso, gano una medalla de bronce en los Juegos de Londres de 2012.
El judo es un deporte donde la meta principal es poner la espalda de tu oponente contra el tatami tan brusco y rápido como puedas. Las peleas son de cinco minutos para los hombres y cuatro minutos para las mujeres. Si puedes horizontalizar de espaldas a tu oponente con rapidez y fuerza, es un triunfo automático. Es el equivalente a un nocaut en boxeo.
Muchos pueden pensar que el judo es un familiar cercano de otras artes marciales, o aun del boxeo, pero la verdad es que son tan similares como el baloncesto y el balompié. Seguro, ellos tienen sus puntos comunes, pero una vez que ves una pelea te das cuenta de que las diferencias son claras.
El judo trata de reacción instantánea, donde todo lo que hago, mi oponente tratará de neutralizarlo al 100 porciento con su poder físico y mental para detenerme. Al comenzar una pelea, mi mente necesita estar tan clara como sea posible- No importa que tan bien conozca las proyecciones y las técnicas de agarre de mi oponente, nunca puedo predecir lo que va a hacer. Si tengo alguna noción preconcebida de su plan de juego, esas nociones desaparecen rápidamente al empezar la pelea.
Y, oh, Dios mío, no puedo creer que vaya a decir esto, tienes que ser como el agua. Si, una judoka citando a Bruce Lee. Pero es tan cierto. El número de decisiones que tienes que tomar en fracciones de segundo basada en los movimientos de tu oponente es ridículo. Mantener la mente en blanco y hacer los movimientos instintivos es mi meta principal durante un combate.
Intentar determinar cual proyección usará tu oponente no es posible en milisegundos. Por eso es que los grandes judokas complementan sus instintos con un vasto conocimiento de proyecciones. Si te paras a la derecha o a la izquierda, adelante o atrás, si doblas la rodilla o cambias la posición de tu pie, un judoka excepcional reconocerá en cual dirección ira tu balance y utilizará cualquier número de movimientos para contrarrestar tu balance para hacerte caer sobre tu espalda. Si tu oponente sabe tu próximo movimiento, evitará abandonar su posición para que no puedas intentar ese movimiento.
Como muchos atletas, entreno todo el año. A menos que esté lesionada (lo cual ocurre alrededor de una o dos veces al año). Cada noche de la semana excepto el domingo ( a menos que deba bajar de peso) hago judo por dos horas. Completo un ciclo adicional de entrenamiento de acondicionamiento en las mañanas de lunes, miércoles, viernes y sábado. Hago pesas los martes, jueves y sabados. Y hago todo esto bajo la observación de mi masajista Eitan Gelber y mis entrenadores Shintaro Nakano y Yosh Uchida, quien tiene 95 años de edad.
Si, el entrenador Uchida nació en 1920.
Él fue el entrenador del equipo de Estados Unidos en el primer torneo olímpico de judo, en los juegos de 1964 en Japón, la cuna de este deporte.
Yosh es para el judo lo que Gregg Popovich es para la NBA (Está bien, Pop no luce tan viejo). Cuando has estado tanto tiempo alrededor del judo como lo ha estado él, lo has visto casi todo. Él me enseñó judo clásico japonés, en el cual manejas el balance de tu oponente usando la técnica precisa. Eso difiere de otros estilos alrededor del mundo, como en Europa, donde el judo puede ser más físico y se parece más a la lucha.
Yosh es también quien me guió a través del sistema de cinturones del judo. El cinturón es utilitario, es una forma fácil de juzgar que tan avanzado está un determinado judoka, para eliminar la necesidad de cualquier conversación tediosa acerca de cuanto tiempo se ha estado practicando judo. ¡Un ganar-ganar!
Hay cinco grados de cinturón negro, y depende de tu club decidir cuando avanzas al próximo grado. Por ejemplo, luego de recibir mi grado universitario en San Jose State, se me entregó automáticamente mi cinturón negro de tercer grado. Llámalo vieja escuela, pero Yosh tiene esta cosa acerca de servir de ejemplo al resto del país en lo que significa obtener una educación y también ser judoka. Un pequeño incentivo te puede hacer llegar muy lejos. Cuando hice el equipo olímpico la primera vez, fui premiada con mi quinto grado.
Mi tokui-waza, o proyección favorita, es ippon seoinage. No solo es divertida de pronunciar, sino que también es famosa por sus apariciones en kung fu y películas de acción. Es la proyección brazo-hombro que usan para abatir al tipo malo. Mi otra tokui-waza es la maniobra de brazo conocida como juji-gatame, con la cual gano la mayoría de mis peleas. Puede que nunca hayas oído de una tokui-waza, puede que nunca hayas oido de judo. Pero estoy segura de que tienes una idea de quien es Ronda Rousey. Fue hace tiempo en nuestros años adolescentes que ella y yo aprendimos como ejecutar perfectamente una juji-gatame.
Debido a que estábamos en la misma clase de pesas, Ronda y yo siempre peleábamos juntas en competiciones infantiles. Se podría decir que ella era mi archienemiga, principalmente porque ella era muy dominante. En judo, hay restricciones de edad sobre cuando puedes practicar la maniobra del brazo. Cuando éramos jóvenes, esa edad era 17. ¿Te imaginas lo que hubiera pasado si Ronda hubiera aprendido esa maniobra? A los 12 o 13 años, ella habría destruido a las personas con ese movimiento. Mientras crecíamos, ella cambió de clases de pesas, primero a 63 kilos y luego a 70 kilos, mientras yo permanecía en 57 kilos. Esa técnica de judo se convirtió en la base de la carrera de Ronda.
Y mientras la UFC ha explotado en popularidad recientemente, el judo permanece en su esquina tranquila de la comunidad de peleas de Estados Unidos, aunque estoy trabajando para cambiar eso. Hay un estimado de 25.000 judokas activos o recreacionales en Estados Unidos. Compara eso con los 500.000 participantes de Francia. El primer judoka de Francia, Teddy Riner, es tan famoso que lo pondrían en primera fila en el Roland Garros para que las cámaras puedan tomarlo para los periódicos. Algo me dice que si yo estuviese en primera fila del U.S. Open, sería para tomar fotos.
Debido a la falta de recursos propios, los estadounidenses tienen que competir en lugares alrededor del globo. Hace diez años, Estados Unidos no era respetado como potencia de judo. Los rivales veían que debían enfrentarse a un estadounidense y pensaban, Esto será fácil.
Pero eso está cambiando. Todo empezó en los olímpicos de Londres 2012, donde Kayla Harrison capturó la primera medalla de oro en judo, y yo me le uní en el podio al ganar el bronce. Esperamos inspirarnos en esa actuación este verano en los olímpicos de Rio.
Puedes no saber acerca del judo porque honestamente, ¿Por qué deberías? Pero ahora es definitivamente el momento de poner a este maravilloso deporte en el mapa. Despues de este verano, yo seré quien mirará a los ojos de Jimmy Pedro diciéndole, “Jimmy, mira hasta donde hemos llegado”.
Marti representará a Estados Unidos en los olímpicos con el apoyo de varios patrocinantes, incluyendo Dollamur Sport Surfaces, que está lanzando una campaña de medios sociales en abril, preguntándole a sus seguidores, “¿Cuál es tu momento especial en el tatami?
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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