viernes, 29 de abril de 2016
El actor Edgar Ramírez habla de la película “Hands of Stone”. (“Manos de Piedra”)
Andrew Bibby.
Antes de hacer el papel del querido boxeador panameño Roberto Durán en la nueva película biográfica Hands of Stone, el actor de 37 años Edgar Ramírez (The Bourne Ultimatum, Wrath of the Titans) nunca había boxeado en su vida. Pero eso no lo detuvo de asumir por completo los rigores sangrientos del deporte que le permitieron ganar a su contraparte de la vida real títulos mundiales en cuatro categorías durante su legendaria carrera. Ramírez practicaba a diario en el estudio y hasta entrenó con los hijos de Durán. Aquí él revela porqué nunca colgará los guantes.
¿Cómo ve la gente de Panamá a Durán?
Panamá es un país de solo 30 millones de personas, y ha tenido 29 campeones mundiales de boxeo. El boxeo aquí es como el futbol en Brasil. Es parte de la vida cotidiana. Roberto Durán trajo muchas glorias a este país. Es más que un héroe nacional, es como el alma de Panamá. Cada quien tiene una historia con Roberto. Cada cual tiene una anécdota con él en un bar o un parque o un restaurant. Él personifica el alma de un país. Es realmente sorprendente.
¿Hubo un momento cuando de verdad sintió que era Durán?
La primera vez que filmé en El Chorrillo, como el personaje, estaba muy nervioso. Se suponía que yo era el joven Durán, de 19 o 20 años de edad. Llegué a la escena y de pronto este tipo viejo se voltea y dice, “¡Oh, Dios mío, ese es Durán! Me miró y dijo, “¡Ese es Durán con 73 kilos!” Y el tipo mencionó uno de los gimnasios donde Durán solía entrenar, yo casi lloraba.
¿Cómo es aprender un deporte nuevo en un estudio de grabación en carrera contra el tiempo?
Hice el entrenamiento que normalmente tomaría años, en seis meses, así que necesité acelerar todo. Hubo momentos cuando hacía la pera loca, para tratar de aprender a mover los hombros, y me decía, “¡Carajo, nunca voy a aprender esto!” Pero eventualmente, con práctica, se logra. Escucha, no importa si es una película: Si tienes 60 personas abucheándote o aplaudiéndote, eso te afecta. Filmamos en el estadio Olímpico de Panamá, con personas reales de Panamá. A ellos no les importaba quien era yo. Tenías que ganarte a esas personas como cualquier peleador lo hace en el cuadrilátero.
¿Qué le enseñó de usted interpretar a Durán?
Cuando te sientes seguro, piensas que tu cuerpo es una máquina, pero no lo es. Puedes estar golpeado, si no lo tomas con calma, puedes salir lesionado. Y me lesioné. Me deprimí, pensé, “¿Como podía lesionarme antes de la pelea?” Eso de verdad me cambió como hombre. Pero no se trata de limitarte. Se trata de administrarte. Come me dijo mi entrenador: “Vas a salir de esto, y vas a lograrlo, porque si yo esperara que alguno del mis peleadores en la realidad estuviera completamente sano, nunca pelearían, porque siempre vas a tener lesiones”. Así que escuché toda la charla motivacional, fue de verdad dramática. Fue como una película dentro de una película.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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