viernes, 26 de agosto de 2016

Dos eventos menos, 16 millas más.

Lindsay Crouse. The New York Times. 24-08-2016. Nadar casi una milla en aguas abiertas, manejar bicicleta por 25 millas y luego correr más de seis millas alrededor de Rio de Janeiro podría inspirar a algunos atletas a tomarse un descanso, particularmente si el esfuerzo les ha permitido ganar la primera medalla de oro en el triatlón olímpico en la historia de Estados Unidos. Pero Gwen Jorgensen, quien hizo todo eso este sábado 20 de agosto, tiene otros planes: Ella correrá la maratón de la ciudad de Nueva York el 6 de noviembre. La carrera está a solo 11 semanas de distancia, y será 16.2 millas más larga que la más prolongada que Jorgensen haya corrido. “Cuando le preguntas a los atletas que quieren hacer después de ganar el oro o el Super Bowl, ellos dicen que quieren ir al lugar más feliz del mundo”, dijo Jorgensen. “Correr es mi lugar más feliz. Es mi Disneylandia”. Su primera maratón llegará luego de una preparación no convencional. Aunque Jorgensen, 30, es probablemente la principal atleta, masculino o femenino, en hacer su debut en la New York City Marathon, nada en su entrenamiento se ha enfocado en la prueba de resistencia que significa la carrera de 26.2 millas. Ella no tiene un plan definido para hacer ajustes, dijo. Y puede aparecerse en el campeonato Mundial de Triatlón de Cozumel, México, en septiembre. Aún así, Jorgensen dice que planea no solo completar la maratón de la ciudad de Nueva York sino competir en ella, entre el pequeño de corredoras profesionales, aunque dice que todavía no tiene una meta de tiempo. El mejor tiempo femenino de la maratón del año pasado fue 2 horas, 24 minutos, 25 segundos. El tiempo de Jorgensen para ganar el triatlón en Rio, fue 1:56:16, una prueba diferente, de significativa menor duración, no importa que tan bien ella lo haga en noviembre. “Realmente no he tenido tiempo de pensar la mejor manera de entrenar para esa carrera, y mi esposo y yo seguimos diciendo que no creemos que yo vaya a tener que correr tantas millas”, dijo ella. “Puedo prepararme solo con entrenamiento de triatlón. Pienso que es suficiente. Nunca tienes la preparación perfecta para una carrera”. Ryan Bolton, triatleta olímpico estadounidense en 2000 quien ahora entrena a Caroline Rotich, la keniana quien ganó la maratón de Boston 2015, y a Ben Kanute, triatleta olímpico estadounidense en Rio, está de acuerdo. “Una persona quien gana en los Juegos Olímpicos, tendrá un gran beneficio a ese nivel de condiciones, pero preparase de manera perfecta para la maratón de Nueva York, eso es imposible”, dijo él. “Simplemente se debe decir: Ella probablemente no ha corrido tanto”. Mientras corredores consumados a menudo han hecho la transición hacia los triatlones, el propietario de la marca estadounidense para la milla, Alan Webb, lo hizo hace varios años, pocos triatletas de alto nivel han tratado de convertirse en corredores destacados de larga distancia. Tampoco se sabe de una persona que compita en la élite de ambas disciplinas. Si Jorgensen fuese capaz de transformarse de campeona de triatlón olímpico en una de las principales maratonistas estadounidenses en 11 semanas, el cambio sería extraordinario. “Cuando los deportes son similares, hay ciertos atributos, complexión, fisiología, etc., en los que debe destacar en cada uno”, dijo Bolton. “Un corredor élite podría ser un bue triatleta, pero no de clase mundial. Lo mismo podría decirse de un triatleta élite tratando de ser corredor puro”. Sin embargo, la formación de Jorgensen, es la de una corredora talentosa. En la University of Wisconsin, ella pasó de ser nadadora a tratar de practicar pista y campo, para el campeonato Big Ten de 2009 en los 3000 y 5000 metros. Su mejor tiempo en los 10 kilómetros, 32;21 en 2014, compite con los tiempos más rápidos para 10K de Desiree Linden, 33, quien se ubicó séptima en la maratón olímpica del 14 de agosto. “Lo que resulta interesante para mí es que la maratón de alguna manera se ha convertido en una oportunidad de avanzar para los especialistas de distancias cortas, y Jorgensen es una de ellos”, dijo Matt Taylor, el ejecutivo principal de la marca deportiva Tracksmith y antiguo corredor de distancia colegial de Division I. “Antes, los que imponían marcas eran tradicionalmente los que tenían resistencia pero eran muy lentos para la pista. Pero todavía hay una cantidad especial de entrenamiento que se puede necesitar para llegar allí”. Jorgensen nunca ha competido en alguna carrera más larga que 10K; la maratón es 20 millas más larga. “En los triatlones, generalmente vienes desde uno de los tres entornos, y ella ciertamente se ha ganado la clasificación de corredora”, dijo Taylor. Pero lo que es único acerca de los triatlones particularmente con la natación y el ciclismo, es que tu cuerpo te puede permitir ser obsesivo, y entrenar muchas horas al día. Con las carreras, no puedes hacer eso”. Al inscribirse para la carrera de Nueva York, Jorgensen, quien es de St. Paul, Minn., llega a uno de los eventos más competitivos en la historia reciente de la maratón estadounidense. La prueba incluye 10 hombres y 11 mujeres quienes compitieron en las eliminatorias estadounidenses de la maratón olímpica de este año. Las corredoras olímpicas de larga distancia Molly Huddle y Kim Conley también debutaran como maratonistas en Nueva York; Huddle estableció la marca estadounidense de 10K en Rio. Los triatletas élite han corrido la maratón de Nueva York durante la última década, pero ninguno ha llegado con tanta expectativa como Jorgensen. La mayoría de los atletas quienes no son corredores profesionales y participan en la maratón de Nueva York por primera vez, corren con el pelotón general, como la tenista Caroline Woszniaki el año pasado (3 horas, 26 minutos); la gimnasta olímpica Kerri Strug en 2008 (3:56); y el antiguo campeón de ciclismo Lance Armstrong en 2007 (un veloz 2:46, pero luego fue descalificado debido a su dopaje). Jorgensen dijo que decidió correr la maratón hace meses, luego que New York Road Runners, quien organiza la carrera, se le acercara. Parte de la razón puede ser financiera; para muchos atletas olímpicos, el halo que confiere una medalla olímpica puede ser importante. Pronto, hasta los medallistas de oro deberán apoyarse a si mismos. Y Jorgensen ya tiene una conexión con la carrera. Ella es patrocinada por Asycs, la cual también patrocina a la maratón y paga algunos de los bonos más altos por presentación para los atletas de resistencia del mundo. “2016 ha sido un gran año, y he estado enfocada en este oro olímpico de Rio por cuatro años”, dijo Jorgensen. “Pero siempre he observado a los principales corredores de larga distancia estadounidenses y siempre ha habido algo dentro de mí que me ha hecho querer correr una maratón”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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